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    El secreto del aroma en la ropa: cómo mantenerla siempre fresca y perfumada

    Con algunos hábitos simples y productos cotidianos es posible prolongar la sensación de limpieza en las prendas.

    Mantener la ropa con un aroma agradable no siempre depende de los jabones o suavizantes utilizados en el lavado. Muchas veces, el secreto está en los pequeños gestos cotidianos que realizamos antes, durante y después de limpiar las prendas. La buena noticia es que no hace falta invertir en productos costosos: con algunos cuidados básicos se puede lograr que las telas conserven frescura por más tiempo.

    Uno de los aspectos fundamentales es el secado. Cuando la ropa no se airea bien, aparecen olores indeseados aunque se haya utilizado un jabón de calidad. Lo ideal es colgar las prendas en un lugar ventilado y, de ser posible, al sol, ya que los rayos UV ayudan a eliminar bacteriasEvitar dejarlas demasiado tiempo dentro del lavarropas también es clave, porque la humedad favorece la aparición de olores desagradables.

     

    Otro truco muy efectivo consiste en organizar el placard. Guardar las prendas en espacios reducidos o sin ventilación puede generar que pierdan frescura. Una solución práctica es colocar bolsitas de tela con hierbas secas como lavanda o menta, o bien utilizar saquitos de bicarbonato de sodio, que absorben la humedad y neutralizan malos olores. Los sobres perfumados también son aliados, siempre que no estén en contacto directo con la ropa para no mancharla.

    Lo ideal es colgar las prendas en un lugar ventilado y, de ser posible, al sol. (Foto: IA).
    Lo ideal es colgar las prendas en un lugar ventilado y, de ser posible, al sol. (Foto: IA).

    El uso moderado de suavizantes es otro punto a considerar. Si bien aportan fragancia, en exceso pueden dejar residuos que con el tiempo generan olores fuertes o desagradables. En cambio, un enjuague final con vinagre blanco diluido ayuda a eliminar restos de jabón y realza la suavidad de las fibras sin dejar rastros.

    En el día a día, también conviene airear las prendas que no necesitan un lavado inmediato. Una campera o un jean, por ejemplo, pueden colgarse al aire libre durante algunas horas para recuperar frescura. Además, rociar la ropa con una mezcla casera de agua y unas gotas de aceites esenciales es un truco sencillo para revitalizarla antes de usarla.

     

    En definitiva, mantener la ropa con un aroma agradable no depende de fórmulas mágicas sino de rutinas simples y sostenibles. Con estos cuidados, las prendas no solo duran más, sino que transmiten la sensación de limpieza y bienestar cada vez que las usamos.

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