Se trata de llevar a cabo ciertos pasos que son clave para poder tener una estrategia de estudio.
Estamos ya en el último mes de año y muchos niños, adolescentes y también adultos se encuentran en plena época de exámenes lo que puede ocasionar situaciones de estrés y ansiedad, pero hay ciertas técnicas que pueden colaborar a que el aprendizaje sea menos tedioso.
Uno de ellos es el método Blurting, una estrategia de estudio que pone a prueba nuestros conocimientos. El término parte del verbo en inglés “to blurt”, traducido como “soltar sin pensar o abruptamente” y de ahí a que la técnica consista en tomar nota, asociar y repetir el contenido mediante la escritura, recordando lo que se sabe.

Muchos estudiantes optan por esta metodología y el propósito es que la persona guarde la información en su memoria a largo plazo, además de detectar errores de ortografía, dar con lagunas de datos, encontrar los temas a los que necesita dedicarle más tiempo y ver qué apartados faltan en sus apuntes, según indican diversos grupos de psicólogos europeos.
Cómo se lleva a cabo el método Blurting
Los especialistas indican que se puede repetir el ciclo tantas veces como creamos que es necesario y que la idea es que en cada vuelta precisemos qué necesitamos dominar y los puntos que ya tenemos bajo control. Para ello, hay que seguir estos pasos:
- Organizar. Ordenar el tema de estudio, es decir, destacar los títulos, subtítulos y frases clave en los apuntes. Podemos usar tarjetas de distintos colores, hacer mapas mentales o resaltar las ideas principales.
- Leer. Para familiarizarse con el tema, repasar prestando atención, para que comprendamos el contenido y podamos recordarlo. La meta es leer las notas hasta asegurarnos de que ya tenemos esa información en la cabeza.
- Blurt. Llegó el momento de soltar lo que sabemos. Guardar los apuntes, tomar una hoja de papel en blanco y comenzar a escribir lo que recordamos. Hacerlo tan rápido como podamos, sin pensar mucho, no tiene que estar en orden.
- Revisar. Aprovechar para comparar con nuestros apuntes y verificar si algo quedó por fuera, así lo añadimos en un próximo intento.
- Repetir. Una sola ronda de esta técnica es muy útil, pero no basta. Aquí es cuando entra la repetición espaciada, podemos hacerlo de nuevo horas después, al siguiente día, a los tres días y la semana que viene. Cada vez notaremos que retenemos más información.
- Descansar. El método Blurting exige mucho a nuestro cerebro, por eso conviene tomar descansos cortos en un mismo día. Como resalta la Communities In Schools of Jacksonville, descansar ayuda a los estudiantes a refrescar la mente y retomar los estudios con energía.
¿En qué contextos podemos aplicar esta estrategia?
Esta técnica es aplicable en todas las materias en las que necesitamos reforzar conocimientos y podemos usarla para estudiar exámenes de desarrollo, aprender un nuevo idioma, preparar exposiciones, etc.
Del mismo modo, sirve para las evaluaciones en las que tengamos que recordar detalles puntuales (fechas, eventos, nombres de personajes, teoremas, fórmulas). También conviene durante el estudio de temas extensos y al principio o final de una unidad temática, de modo que puedas autoevaluar cuánto aprendiste de ella.
En cuanto a alguna desventaja, si se tiene algún trastorno de aprendizaje, el Blurting requiere acompañamiento o reajustes. En la dislexia, por ejemplo, resulta afectada la manera en la que el cerebro procesa la información, lo que incide en la lectura y escritura, dos herramientas básicas de la técnica y en personas con baja capacidad cognitiva, es necesaria la guía profesional para evitar la frustración y la desmotivación. El método se adapta a las necesidades individuales.











































