El simple hecho de interrumpir el tiempo que estamos sentados puede tener un impacto multiplicador en nuestro corazón, metabolismo e incluso en la salud cerebral.
Hay hábitos sencillos que pueden favorecer nuestra salud y aumentar la longevidad, pero, o no los llevamos a cabo o lo hacemos pocas veces aun cuando algunos de ellos hasta pueden reducir el riesgo de muerte.
Si bien muchos creen que necesitan entrenar para un maratón o levantar pesas diariamente, el simple hábito de permanecer de pie un tiempo durante el día, por ejemplo, puede ayudar a reducir el riesgo de muerte prematura hasta en un 55%.

Esa es la conclusión de un estudio mundial que monitoreó a más de 7.900 adultos durante varios años y los investigadores no solo observaban cuánto se movían las personas, sino que querían saber con qué frecuencia interrumpían largos periodos de tiempo sentados.
Las personas que permanecían sentadas durante largos periodos sin interrupciones, presentaban el mayor riesgo de muerte prematura y, a pesar de que algunas hacían ejercicio a diario, esto no revertía los daños de estar sentado todo el día sin moverse. El antídoto era sencillo: levantarse, aunque sea un poco. Aquellos que se pusieron de pie y se movieron durante un minuto o dos cada 30 minutos redujeron su riesgo a más de la mitad.
Pararse tiene sus beneficios
El simple hecho de interrumpir el tiempo que estamos sentados ya sea para caminar para ir a beber agua, estirarnos o hacer un movimiento rápido le indica al cuerpo que no somos sedentarios y ese hábito puede tener un impacto multiplicador en nuestro corazón, metabolismo e incluso en la salud cerebral.

También podemos configurar un temporizador o usar el reloj como recordatorio para levantarnos, ya que, lo ideal es que podamos hacerlo cada 30 minutos. En la práctica, incluso si solo es cada 2 o 3 horas, le estamos dando al tu cuerpo el beneficio de levantarse.
Si estamos hablando por teléfono, se puede caminar y mantener el ritmo, mientras que, si estamos escribiendo correos electrónicos, podemos hacerlo de pie y, si estamos viendo la televisión, aprovechar las pausas publicitarias para movernos, ya que los pequeños movimientos rápidos son los que aportan enormes beneficios para la salud.














































