Diversos estudios demostraron el impacto positivo de la interacción presencial y el desafío intelectual de estas prácticas. The Washington Post difundió los beneficios en la prevención de enfermedades neurodegenerativas y el fortalecimiento de vínculos afectivos
Sentarse alrededor de una mesa para jugar no es solo una forma de pasar el tiempo y algunas investigaciones revelaron que los juegos de mesa pueden ser aliados clave para mantener la salud cerebral y reducir el riesgo de demencia en adultos mayores. A medida que crece el interés por el envejecimiento saludable, estos hallazgos sitúan a los juegos de mesa en el centro de la conversación sobre bienestar y calidad de vida en la vejez.
Durante las últimas dos décadas, diversos abordajes vincularon la práctica regular de juegos de mesa con mejoras en la función cognitiva, el bienestar emocional y la prevención de la demencia en personas mayores. Según The Washington Post, la evidencia científica muestra que actividades como el ajedrez, el mah-jongg o incluso juegos más modernos no solo entretienen, sino que también estimulan la memoria, la atención y la concentración.
Un estudio destacado demostró que residentes de hogares de ancianos que participaron en sesiones de juegos de mesa dos veces por semana, guiadas por profesionales, experimentaron avances en comprensión, memoria y atención, mientras que quienes no participaron no mostraron estos progresos.

Beneficios cognitivos y sociales de los juegos de mesa
El impacto positivo de los juegos de mesa no se limita al ámbito cognitivo. El mismo ensayo controlado reportó que los participantes también mejoraron su calidad de vida, con incrementos en el bienestar emocional, las relaciones interpersonales y la inclusión social.
Otro análisis, difundido por The Washington Post, encontró que entre 17 actividades cognitivas y físicas, solo los juegos de mesa, la lectura, el baile y tocar instrumentos musicales se asociaron con un menor riesgo de demencia en adultos mayores de 75 años.
Además, otra investigación con personas de 65 años o más reveló que quienes jugaban a juegos de mesa tenían un 15% menos de riesgo de desarrollar demencia, incluso tras ajustar variables como edad, género y nivel educativo.

Mecanismos detrás de los beneficios
Expertos consultados por The Washington Post profundizaron en los mecanismos detrás de estos beneficios. Carla Sousa, investigadora en la Universidad Lusófona, destacó que incluso los juegos más sencillos exigen procesos de comprensión y adaptación que desafían la cognición. También subrayó que los juegos analógicos, a diferencia de los digitales, fomentan la interacción social, un aspecto fundamental para el bienestar en la vejez.
Federico Emanuele Pozzi, neurólogo clínico en la Fondazione IRCCS San Gerardo dei Tintori, señaló que, mientras en los jóvenes los juegos de mesa ayudan a desarrollar habilidades como el reconocimiento de patrones, en los adultos mayores su valor radica en la oportunidad de socializar.
El experto lideró un meta-análisis en 2023 que revisó 15 estudios con participantes mayores de 60 años, en riesgo o con demencia, y concluyó que los juegos tradicionales mejoran la función mental y la calidad de vida, además de reducir síntomas depresivos en algunos casos. Jorge Moya‐Higueras, profesor de psicología en la Universidad de Lleida, resalta que el mayor beneficio de los juegos de mesa es la socialización, especialmente relevante en un contexto donde la soledad afecta a muchos mayores.

Juegos de mesa modernos y consejos para empezar
La oferta de juegos de mesa evolucionó considerablemente. A los clásicos como el ajedrez, Monopoly o Scrabble se suman títulos modernos como Ticket to Ride, Pandemic o Wingspan, que exploran temáticas tan variadas como aves, zombis o ferrocarriles.
Los juegos de estilo americano suelen centrarse en la narrativa y el azar, mientras que los “Eurojuegos” priorizan la estrategia y la planificación a largo plazo. Moya-Higueras comenta que, para quienes buscan un reto intelectual, los “Eurojuegos” resultan especialmente estimulantes.
Para quienes desean iniciarse en este mundo, los especialistas recomiendan comenzar con juegos sencillos o aquellos que resulten familiares de la infancia. La científica Sousa sugirió títulos como Carcassonne, Kingdomino y Catan, conocidos por su accesibilidad y atractivo. Moya-Higueras aconsejó optar por “filler games”, con partidas cortas y fáciles de aprender.
Además, los expertos insisten en la importancia de jugar en persona, ya que la interacción cara a cara potencia los beneficios cognitivos y sociales. Organizar noches de juegos con familiares o amigos, o acudir a clubes, tiendas y cafés especializados, puede ser una excelente manera de ampliar el círculo social y disfrutar de la experiencia lúdica.

Más allá del pasatiempo: experiencias y sentido de pertenencia
Las experiencias recogidas por The Washington Post mostraron que el impacto de los juegos de mesa va más allá del entretenimiento. Pozzi relató que, tras un estudio en Italia donde grupos de adultos mayores participaron en sesiones de juegos, los participantes continuaron reuniéndose por iniciativa propia, transformando los encuentros en reuniones sociales que combatieron la soledad.
En un escenario donde el aislamiento afecta a un número creciente de adultos mayores, los juegos de mesa se consolidan como una herramienta eficaz para promover el bienestar y fortalecer el sentido de pertenencia, aportando mucho más que un simple pasatiempo.
