Con un solo médico y la atención cada vez menos eficiente, el Instituto para la Inclusión de las Personas con Discapacidad del Chaco es evidencia de otra promesa caída: la salud y la discapacidad parecen no ser una prioridad como Zdero prometía en campaña electoral.
La crítica situación en el Iprodich (Instituto Provincial para la Inclusión de las Personas con Discapacidad del Chaco) deja al descubierto el abismo entre las promesas y la realidad del gobierno de Leandro Zdero. Lejos de convertir a la salud y la discapacidad en ejes de su gestión, como aseguró en campaña en 2023, la administración que preside Ana María Mitoire ha llevado al organismo a una situación alarmante.
La evidencia es contundente: actualmente hay un solo médico para atender a toda la provincia, lo que ha generado que los turnos para nuevas consultas se estén asignando recién para abril de 2026, es decir, dentro de siete meses.
Esta demora, propia de un sistema en crisis terminal, se agrava con el dato de que el salario ofrecido al profesional es de apenas 600 mil pesos, una remuneración exigua que explica la imposibilidad de atraer más recursos humanos.
En este escenario, la pregunta que surge es inevitable: ¿cómo se puede hablar de inclusión cuando las personas con discapacidad son condenadas a esperas inhumanas?.
La gestión de Zdero no solo incumple con lo básico, sino que profundiza la exclusión. La desesperación ciudadana se refleja en redes sociales: “Un gobierno que no tiene prioridades, que ignora las necesidades de las personas con discapacidad, es un fracaso de gestión”.