La Corte Suprema de Justicia de Brasil decidió por 4 votos a 1 condenar al ex presidente de Brasil. La pena incluye cárcel común pero seguirá en domiciliaria.
La Sala 1 de la Corte Suprema de Justicia alcanzó la mayoría necesaria para condenar a Jair Bolsonaro a 27 años y 3 meses de prisión por el intento de golpe de estado y asesinato contra Lula. Se trata de un fallo de resonancia global que tiene como telón de fondo la presión descarnada del gobierno de Trump para que la Corte de Brasil absolviera al ex presidente.
La administración Trump llegó a imponerle aranceles del 50% a Brasil y quitarle la visa al juez Alexander de Moraes, para que no condenaran a Trump. Pero nada hizo vacilar a los jueces ni al gobierno de Lula.
Como la condena supera los 8 años, Bolsonaro debería comenzar a cumplirla en una cárcel común, pero seguiría recibiendo el beneficio del arresto domiciliario por cuestiones de salud. La acusación de la Fiscalía General lo ubica como la figura central de la trama golpista con cinco delitos: intento de abolición violenta del Estado de derecho democrático; organización criminal armada; daños agravados a bienes federales; y daños al patrimonio protegido.
El voto decisivo lo dio la jueza Carmen Lucia que dijo a la hora de justiciar su voto que “no hay vacuna necesaria para el autoritarismo” y remarcó que “el golpe de estado es un crimen”. “El 8 Enero de 2023 no fue un acontecimiento banal después de una comida de domingo después de que la gente saliera a pasear”, sostuvo la magistrada, en referencia a la toma de Brasilia. Luego se produjo voto de Cristiano Zanin que definió la condena.
Condenado
La larga exposición de la jueza estuvo marcada por el voto de su colega, Luiz Fux, a favor de la absolución de Bolsonaro durante la jornada del miércoles. Fux se convirtió en un nuevo héroe para el bolsonarismo pero generó alta tensión entre los magistrados.
No hay vacuna necesaria para el autoritarismo, el golpe de estado es un crimen.
Tanto Lucia como Zanin detallaron con precisión los argumentos que confirman el rol de Bolsonaro como articulador de la organización criminal que avanzó en dos sentidos: el plan “Puñal verde y amarillo” que buscaba asesinar a Lula, su vice Geraldo Alckmin y el juez Alexander de Moraes, para decretar un estado de emergencia, crear un gobierno de transición y volver a llamar a elecciones, luego de la derrota ante Lula.
Y también fue condenado por los hechos del 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas atacaron el Palacio de Gobierno, la Corte Suprema y el Congreso.

La denuncia de la Fiscalía General de la República contra los acusados fue presentada el 18 de febrero, basándose en la investigación de la Policía Federal sobre los violentos atentados contra la sede de los Tres Poderes del Estado en Brasilia.
Ahora el bolsonarismo profundizará la estrategia de las sanciones y aranceles de parte del gobierno de Donald Trump y la presión a los líderes del Congreso para debatir una amnistía que le permita a Bolsonaro ser candidato a presidente en 2026.
La acción penal involucra a 34 personas en total, incluyendo comandantes de las fuerzas de seguridad que colaboraron en la ejecución de los atentados.
A días del fallo, la justicia manda a la Policía Federal a la casa de Bolsonaro para evitar que se fugue
Los otros condenados fueron Alexandre Ramagem, el almirante y ex comandante de la Marina, Almir Garnier Santos, Anderson Torres, ex-ministro da Justicia, el general de reserva y ex jefe de Gabinete del ministerio de Seguridad, Augusto Heleno, el teniente coronel y ex ayudante personal de Bolsonaro, Mauro Cid, el general y ex ministro de Defensa, Paulo Sérgio Nogueira y Walter Braga Netto, exjefe de la Casa Civil y ex candidato a vicepresidente.
Ahora el bolsonarismo profundizará la estrategia de las sanciones y aranceles de parte del gobierno de Donald Trump y la presión a los líderes del Congreso para debatir una amnistía que le permita a Bolsonaro ser candidato a presidente en 2026, algo que parece prácticamente imposible.
