Distintas versiones señalan hasta 600 trabajadores afectados, aunque fuentes ligadas a la empresa dijeron que son 200 suspensiones y que se busca se busca adecuar la producción a la baja demanda sin producir despidos. El “efecto-China”
La localidad de Villa Constitución y los trabajadores de la planta de Acindar en esa misma ciudad están impactados por la decisión del grupo ArcelorMittal, dueño de la empresa, de continuar con suspensiones de personal para adaptar la producción -en particular del sector de laminados- a la baja demanda, producto la caída de la actividad en el sector de la construcción y la debilidad del sector industrial, a lo que se suma la feroz competencia de la producción de acero subsidiado por parte de China.
Algunas versiones daban cuenta de hasta 600 suspensiones, aunque desde fuentes cercanas a la empresa y también la Unión Obrera Metalúrgica señalaron que se trata de 200 suspensiones en los últimos días.
Concretamente, desde la empresa precisaron que el viernes 29 se suspendieron por 72 horas las actividades y el personal que trabaja en el “Tren 3” y en la “Acería” de la planta de Villa Constitución, que retomará actividades este lunes, mientras que desde el miércoles pasado y hasta el lunes 8 de septiembre se suspendió la actividad y el personal del “Tren 1” de la planta. En total, señalaron fuentes vinculadas a la empresa, sin más precisiones, las suspensiones abarcan a 200 personas.
En declaraciones radiales, Christian Miguez, delegado de la UOM en la planta de Acindar en la localidad, dijo el viernes que había 400 suspensiones y que algunos trabajadores llegaron a estar 90 días suspendidos, pero fuentes ligadas a la empresa negaron esas cifras. En todo caso, señalaron, podrían referirse a suspensiones en empresas relacionadas, vía “tercerización” de actividades o servicios.
El personal suspendido cobra el 75% del salario. No hay despidos, de lo que se trata, dicen desde la empresa, es de adecuar el nivel de producción a una demanda muy alicaída.
Según fuentes del sector, Acindar operó al 50% de su capacidad instalada durante todo el año pasado, lo que se repitió en el primer semestre de este año. El año pasado la producción fue de 600.000 toneladas, la mitad del 1,2 millón de toneladas de 2024.
Situación crítica
“El acuerdo de suspensiones se irá adaptando a las necesidades operativas de la empresa. Es probable que el esquema de paradas de planta se repita hacia fin de año”, señalaron días atrás fuentes empresarias al diario La Capital, de Rosario. En tanto, fuentes gremiales describieron la situación como “crítica; cayó la construcción, el sector automotor no tracciona y el agro no sostiene la demanda”, advirtieron desde el gremio.
Cabe precisar que ArcelorMittal Acindar tiene cinco plantas en el país: Villa Constitución, Rosario, San Nicolás, La Tablada y Villa Mercedes. Por ahora, la suspensión de actividades se produjo solo en Villa Constitución, aunque no se descarta que alcance otras plantas..
Acindar opera bajo un esquema de producción intermitente que fue acordado en su momento con la UOM, procurando equilibrar actividad y demanda. El acuerdo, con pago de salarios del 75%, rige hasta diciembre. La empresa contaba con 1.230 empleados hacia fines de 2023, plantel que redujo a 930 vía retiros voluntarios y corte de contratos, que a su vez afectan a personal de otras empresas.
De acuerdo a la Cámara Argentina del Acero en junio la producción de acero crudo en la Argentina fue de 320.000 toneladas, un 8,6% menos que en mayo pero un 16,5% más que en junio de 2024. El sector de laminados fue el más afectado, con una caída mensual del 21 por ciento.
Paradoja y antecedentes
Paradójicamente, en la semana que pasó el Gobierno aprobó los beneficios del Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI) para un proyecto de un Parque Eólico de 180 MW en Olavarría, con una inversión de USD 275 millones, iniciativa impulsada entre ArcelorMittal Acindar junto a la empresa PCR.
Como también consignó entonces Infobae, a fines de julio la siderúrgica había paralizado por una semana la planta de Villa Constitución, por la misma razón que actualmente se mantiene: insuficiente la demanda. Entre el 26 de julio y el 4 de agosto se interrumpieron el 80% de las operaciones, incluyendo la acería y el principal tren laminador y ya se especulaba con la posibilidad de nuevos frenos a la producción.
A comienzos de año, ArcelorMittal Acindar firmó un segundo acuerdo con la UOM para tener vigente un esquema de suspensiones que abarca a más de 900 empleados, pagando el 75% del salario durante los días de suspensión.

La crisis se produce en un contexto nacional y regional crítico para el sector siderúrgico. El 15 de agosto pasado la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), que reúne a empresas acereras de 15 países de América Latina precisó que en el primer semestre del año las importaciones de acero representaron el 40% del consumo aparente de acero de la región, denunció en particular la competencia desleal de China y hasta detalló en una infografía el “camino de subsidios” de la producción siderúrgica del gigante asiático, que arranca son créditos subsidiados en sus “3 dimensiones fundamentales: monto, plazo y tasa de interés” y abarca también el hecho de que, según Alacero “China produce y exporta acero con una huella de carbono promedio 18% superior a la media global y 25% mayor a la de América Latina”, entre otros detalles (ver arriba)
En el mismo sector se produce también una disputa entre la UOM y contratistas de Ternium, del grupo Techint. Desde la seccional San Nicolás, la UOM calificó la situación como “el conflicto laboral más importante que se vive en la Argentina”. El gremio encabezado por Abel Furlán señaló que la falta de acuerdo pondría en riesgo 7.000 empleos directos e indirectos en San Nicolás y Ramallo y Naldo Brunelli, de la sección San Nicolás dijo que el cese de la producción de acero “tendría un efecto dominó devastador”.
