Javier Fernández Lima no pudo esconder las lágrimas en el evento que se desarrolló en el club en el que jugaba Diego, quien fue víctima de un crimen que se busca resolver.
Este fin de semana, el club Excursionistas homenajeó a Diego Fernández Lima, el joven futbolista que había desaparecido en 1984 y cuyos huesos fueron encontrados durante una obra en una casa de Coghlan en mayo.
Antes del partido que el equipo del Bajo Belgrano jugó de local ante la UAI Urquiza por la octava fecha de la Primera B Metropolitana, la dirigencia le entregó una plaqueta a Javier Fernández Lima, el hermano del joven asesinado en Coghlan.
“En una tarde muy emotiva para todo Excursionistas se realizó un homenaje a la memoria de Diego Fernández Lima. Su hermano Javier, junto a familiares y amigos, recibió una placa de parte del Club para mantener viva la memoria y elevar bien alto el reclamo de Justicia“, escribieron en las redes sociales del club.

En el video que compartieron, se vio que la emoción invadió a Javier. El hombre no pudo contener el llanto ante los aplausos y las muestras de cariño de todos los presentes.
Días atrás, luego de que los huesos encontrados en la casa de Coghlan fueran identificados, Excursionistas le había dedicado un sentido mensaje a Diego, que era futbolista de las inferiores del club al momento de su desaparición en 1984.
Además, compartieron una foto del joven y un viejo recorte de una revista en la que Daniel Viviani, histórico dirigente y socio vitalicio de Excursionistas, recordaba con enorme dolor a Diego, cuyo paradero era totalmente desconocido por ese entonces.
“(Queríamos) recordar a uno de los chicos más queridos de este plantel que a mediados del año pasado desapareciera de su casa, me refiero a Diego Fernández Lima. Mi querido gallego, siempre te recordamos. Cada vez que nos reuníamos en el vestuario para salir a jugar un encuentro por el campeonato o las finales, se juntaban las manos y nuestro esfuerzo era por dos cosas: por Excursionistas, por el gallego. Y también el grito del partido final, cuando apretados en el vestuario al grito de ‘se siente, se siente, el gaita está presente’, alguna lágrima corrió por mi cara al recordar a aquel nene que llevaba a Montevideo años atrás”.
Un crimen enterrado durante 41 años
El cuerpo de Diego Fernández Lima estuvo oculto 41 años en el jardín del chalet de la familia Graf, sobre avenida Congreso al 3700.
Desde que aparecieron los restos en su casa, los Graf, que viven en ese lugar desde los años 70, son los principales sospechosos. No obstante, nunca declararon ni como testigos ni como imputados.
