La declaración fue realizada por el jefe de políticas de la oficina presidencial surcoreana durante una conferencia de prensa convocada para detallar los resultados de la reunión celebrada el jueves en Washington
Corea del Sur confirmó el viernes que continuará negociando con Estados Unidos para alcanzar un nuevo acuerdo arancelario antes del 1 de agosto, fecha en que entrarán en vigor los gravámenes del 25% anunciados por la Administración Trump como parte de su política comercial “recíproca”.
La declaración fue realizada por Kim Yong-beom, jefe de políticas de la oficina presidencial surcoreana, durante una conferencia de prensa convocada para detallar los resultados de la reunión celebrada el jueves en Washington entre el ministro de Industria Kim Jung-kwan y el jefe negociador comercial Yeo Han-koo con el secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick.
Según Kim, los diálogos abarcan un espectro amplio de temas, que incluyen acceso al mercado agrícola, cooperación industrial, inversión bilateral y coordinación en sectores estratégicos como semiconductores y construcción naval.
Corea del Sur busca, en particular, evitar la imposición de nuevos aranceles sobre productos clave como el acero y los vehículos, ya afectados por gravámenes anteriores.
En paralelo, se espera que Kim Jung-kwan y Yeo Han-koo mantengan otras reuniones en las próximas horas con Lutnick y con el representante comercial estadounidense Jamieson Greer. Además, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia surcoreana Yonhap, el ministro de Exteriores Cho Hyun podría reunirse el 31 de julio con su homólogo estadounidense Marco Rubio, en un encuentro orientado a reforzar los canales diplomáticos antes del vencimiento del plazo.
El asesor de seguridad nacional Wi Sung-lac, quien también participó en la sesión informativa del viernes, señaló que las conversaciones bilaterales sobre cooperación en materia de defensa han sido “relativamente más estables”. Agregó que confía en que esos avances puedan tener un “efecto positivo en el resto de las negociaciones”.
Wi, que estuvo esta semana en Washington, presentó a las autoridades estadounidenses una propuesta que incorpora el sector de defensa dentro de un paquete más amplio de negociación.

Las gestiones de Seúl se desarrollan en un contexto marcado por el reciente acuerdo entre Washington y Tokio, en el cual Estados Unidos accedió a reducir los aranceles del 25% al 15% a cambio de la apertura del mercado agrícola y automotriz japonés, así como de una promesa de inversión por 550.000 millones de dólares. Este precedente ejerce presión adicional sobre Corea del Sur, que busca condiciones similares, pero enfrenta limitaciones económicas.
Según analistas citados por Yonhap, la economía surcoreana, con un tamaño inferior a la mitad de la japonesa y muy por debajo de la china, se encuentra en una posición difícil para igualar el nivel de compromiso financiero ofrecido por Tokio o el que Beijing podría poner sobre la mesa. Este factor complica las posibilidades de un acuerdo inmediato y eleva el nivel de incertidumbre en torno a la relación comercial entre Seúl y Washington.
Las conversaciones continúan con carácter urgente, dado que la imposición de los nuevos aranceles está programada para entrar en vigor en menos de una semana. El gobierno surcoreano afirmó que mantendrá su presencia diplomática en Washington en los días previos al 1 de agosto, con el objetivo de alcanzar un entendimiento que minimice el impacto sobre su industria exportadora.
(Con información de EFE)
