Un descuido con lavandina puede arruinar hasta nuestra prenda favorita. Basta una gota para que aparezca una mancha clara casi al instante, ya sea en una remera, un jean, una camisa o incluso en los sillones y tapizados del hogar.
La lavandina actúa tan rápido que muchas veces no nos da tiempo a reaccionar. Sin embargo, existen algunos métodos caseros que pueden ayudarte a reducir el daño o incluso revertirlo. Y si nada de eso funciona, hay una solución definitiva que requiere un solo ingrediente: anilina.
Trucos caseros para atenuar o disimular las manchas
Antes de recurrir al teñido, podés probar con algunos ingredientes que seguramente ya tenés en casa:
- Bicarbonato de sodio: hacé una pasta con bicarbonato y un poco de agua, aplicala sobre la mancha y dejala actuar unos minutos. Después, enjuagá con agua fría.
- Vinagre blanco: mezclá partes iguales de vinagre y agua, y sumergí la prenda en esa solución durante algunos minutos. Esto ayuda a neutralizar el efecto de la lavandina.
- Tiza blanca: frotá una tiza blanca sobre la mancha. Puede servir para absorber el exceso de lavandina y disimular el contraste en lo inmediato.
Si bien estos métodos pueden funcionar para casos leves o recientes, cuando la mancha ya decoloró por completo la tela, lo más efectivo es volver a teñirla.

La solución más efectiva: teñir con anilina
La anilina es un tinte textil que viene en polvo y se consigue fácilmente en mercerías o tiendas especializadas. Es económica, rinde mucho y está disponible en una gran variedad de colores.
Paso a paso para recuperar el color de tu prenda
- Conseguí anilina del color adecuado: buscá un tono lo más parecido posible al original de la prenda. Si no estás seguro, llevá la ropa a la tienda para que te orienten.
- Prepará la mezcla base: en un recipiente chico, mezclá una cucharada de anilina en polvo con una cucharada de sal fina (esto ayuda a fijar el color). Agregá un chorrito de agua caliente para disolver bien y formar una mezcla líquida.
- Aplicá sobre la mancha: con un pincel fino o un hisopo, aplicá la mezcla directamente sobre la zona manchada. Hacelo con cuidado para no pasar el color a otras partes.
- Dejá secar entre capa y capa: esperá a que se seque bien antes de aplicar una segunda capa. Así podés controlar la intensidad del color y ajustarlo para que combine con el resto de la tela.
- Remojá la prenda (opcional): si la prenda tiene varias manchas o querés que el color quede parejo, podés teñirla entera. Para eso, prepará una cantidad mayor de anilina con sal y agua caliente en un balde, y dejá la prenda en remojo por 24 horas.
- Enjuagá con agua fría: una vez que pasó el tiempo de remojo, enjuagá bien la prenda hasta que el agua salga completamente clara. Esto es clave para que no largue color en los próximos lavados.
- Secado al aire libre, sin sol directo: colgá la prenda en un lugar a la sombra para que se seque naturalmente. El sol directo podría alterar el color recién aplicado.
