Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, denunció que en febrero Nación no actualizó las partidas para gastos corrientes de las universidades, lo que implica un ajuste del 72% respecto de 2023.
Como contó LPO, el sistema universitario está en crisis: con el presupuesto congelado, calculan que podrán mantenerlas en funcionamiento hasta mayo.
Se llama gastos corrientes a todos los gastos necesarios para abrir la universidad y mantenerla en funcionamiento. Desde la seguridad hasta la limpieza, pero también la compra de insumos y hasta los gastos de investigación y ciencia, donde muchas veces se utilizan insumos importados.
«Mientras estas partidas no se actualizan, la inflación interanual va por encima del 254%. Nunca una asignación tuvo tan poco poder adquisitivo como ésta que acaba de aprobarse», dijo Yacobitti.
Algunas universidades como la UBA, además de los insumos necesarios para los cursos, tienen que solventar hospitales como el Roffo, el Lanari o el Hospital de Clínicas. «Por ahora siguen funcionando, pero se están endeudando con proveedores. La situación es insostenible», explicaron a LPO.
Según pudo saber este sitio, hay diálogo con la secretaría de Educación y la subsecretaría de políticas universitarias, pero hasta ahora no llegó ninguna solución concreta. «Estamos en conversaciones, pero a los hechos nos remitimos. En febrero no actualizaron las partidas», dijeron.
«Si una ventana se rompe podés atarlo con alambre, pero la luz no podés dejar de pagarla. La seguridad tampoco», señalaron.
Si bien los sueldos docentes se actualizan por la paritaria nacional, también corrieron por detrás de la inflación.
Hace una semana desde el Consejo Superior de la UBA y en un pronunciamiento unánime, manifestaron su «extrema preocupación» y le encomendó al rector Ricardo Gelpi que gestione con el Ministerio de Capital Humano un presupuesto que permita a la universidad seguir funcionado.
