En El Resumen de Natagalá, el médico pediatra y exdiputado provincial Luis Obeid abordó temas críticos como la crisis en el sistema de salud, el aumento de suicidios en la provincia y su visión sobre la situación política actual.
Obeid, con una amplia trayectoria en pediatría, destacó las dificultades que enfrentan los residentes médicos: “hoy con 800.000 pesos, un tipo que vive en Buenos Aires no vive. No le da”. Criticó la falta de incentivos para las especialidades como pediatría, donde la demanda es alta pero las condiciones laborales son precarias. Además, señaló que muchos profesionales optan por no ejercer debido a los bajos salarios y la alta exigencia.
Respecto del Hospital Pediátrico del Chaco, lo calificó como un centro de “excelencia”, aunque reconoció falencias en la red de salud del interior, donde “todo deriva a Resistencia”.
Uno de los temas más impactantes fue su análisis sobre el suicidio en la provincia. Obeid reveló que la tasa de suicidios en el Chaco supera a la de homicidios y accidentes viales. “El puente Chaco-Corrientes es un imán. Hay que poner una valla ya”, insistió, refiriéndose a la necesidad de medidas concretas para prevenir estos casos.
Criticó la falta de acción del Estado y mencionó que, aunque existen leyes de salud mental, “son letras muertas”. También elogió el trabajo de Los Guardianes del Puente, pero advirtió que “hay que capacitarlos”, ya que su labor, aunque valiosa, no reemplaza una política pública integral.
Obeid compartió su propia lucha con la salud mental tras su divorcio después de 38 años de matrimonio. “Tuve que ser internado. Me desmoroné tanto que no tenía dónde agarrarme”, confesó. Destacó la importancia de buscar ayuda profesional y romper el estigma: “pedir ayuda no es de débiles”.
Sobre su militancia, admitió haberse alejado del PRO tras la alianza con Miguel Ángel Pichetto. “cuando me dijeron que Pichetto era el mejor candidato a vicepresidente, dije: ‘no entiendo más nada’”. Cuestionó duramente al Gobierno nacional, especialmente a Javier Milei: “dijo que había que vender órganos, que la discapacidad es un problema del padre… ¿Cómo puede ser tan bestia?”.
Sin embargo, reconoció que parte de la sociedad avala estas ideas por el cansancio hacia la política tradicional. “La gente valora que el dólar esté quieto y la inflación baje, pero ¿dónde quedan la salud y la educación?”, reflexionó.
Obeid cerró con un llamado a priorizar soluciones concretas sobre discursos: “se gasta mucho en leyes que luego no se implementan. Necesitamos más acciones y menos palabras”.
