Una trabajadora municipal con más de 15 años de trayectoria relata cómo fue removida de su cargo en Recaudación tras una denuncia que califica de malintencionada. Cuestiona decisiones de la gestión del intendente Marcelo Angione y exige justicia.
Una trabajadora municipal con 17 años de trayectoria en la Municipalidad de Makallé denunció haber sido desplazada de su puesto en el área de Recaudación, tras lo que considera una maniobra arbitraria impulsada desde el Ejecutivo local, actualmente a cargo del intendente Marcelo Angione.
En una extensa publicación en redes sociales, la empleada —quien decidió hacer pública su historia— recordó sus inicios en 2008, cuando ingresó al municipio con un contrato, y destacó el respaldo que en aquel entonces recibió del ex intendente Juan Carlos Svriz. «Él valoraba la capacitación, la responsabilidad, y confió en mí para ocupar un lugar clave como Recaudación», expresó.
Durante más de una década, asegura que se formó, gestionó recursos y contribuyó a modernizar el área. Uno de sus mayores logros, recuerda, fue la implementación del carnet tipo tarjeta para contribuyentes. “Me llenaba de orgullo saber que la gente de mi pueblo tenía un servicio mejor gracias al trabajo que hacíamos”, sostuvo.
Sin embargo, esa etapa se vio abruptamente interrumpida. Según denunció, su desplazamiento fue motivado por una nota “llena de odio y mentiras”, impulsada por una persona que hoy ocupa su antiguo cargo. “No me corrieron por errores o falta de desempeño, sino por no haber pactado con ciertos intereses”, afirmó.
Actualmente fue reubicada en el archivo del CIC, en condiciones que califica como indignas. “Me arrebataron el puesto que tanto me costó conseguir. Pero no me pueden quitar la honestidad, la experiencia, ni la tranquilidad de haber trabajado siempre con compromiso”, agregó.
Desde Makallé en Línea nos comunicamos con la trabajadora desplazada, quien expresó: «Soporté esta situación durante mucho tiempo por respeto a los vínculos familiares que me unen con quienes hoy gobiernan. Pero esta vez fue demasiado: al ver el lugar al que me trasladaron, sentí que despreciaron todos mis años de trabajo. Mi puesto fue ocupado por alguien que ni siquiera es de Makallé.»
La empleada también apuntó contra una tendencia más amplia dentro del municipio: “La mayoría del personal antiguo, con experiencia, fue desplazado. Se está perdiendo el valor del trabajo serio y silencioso”.
Por último, llamó a la reflexión a la comunidad: “Quiero que mi pueblo sepa que detrás de una decisión arbitraria hay una persona con nombre, historia, familia, y años de servicio al vecino”.
