Las conversaciones habían empezado en 2024, pero están trabadas desde hace más de seis meses. Buscan mejorar la competitividad de la dársena y hacer obras en los alrededores. La concesión que firmó Alberto Fernández antes de abandonar el poder.
Ya consumadas las elecciones porteñas, que representaron un triunfo contundente para La Libertad Avanza y la primera derrota para el PRO a nivel local en 20 años, la gestión de Jorge Macri se apresta a retomar las negociaciones por el Puerto de Buenos Aires tras la interrupción en los últimos seis meses.
Según pudo saber TN, el gobierno porteño planea volver a la carga por el puerto con una propuesta concreta: una gestión compartida con Nación, que hasta ahora se negó a entregar el control de una de las dársenas más importantes de toda la región. La situación podría volver a despertar chispazos entre el PRO y el gobierno nacional.
Desde comienzos de 2024 que la gestión de Jorge Macri reclama que Nación le traspase el control del Puerto de la Ciudad de Buenos Aires. Aseguran que así lo establece la Constitución Nacional.

La Ciudad le pedirá a Nación una gestión compartida del puerto de Buenos Aires
El calor de la campaña y las acusaciones cruzadas entre el PRO y LLA hicieron que las charlas se enfríen. Resultó imposible retomar el diálogo mientras aumentaban los chispazos por Ficha Limpia y en medio de los cruces electorales: Manuel Adorni alentaba pasar la motosierra por la Ciudad mientras el PRO defendía la obra pública y la inversión.
“Nuestra posición es que deberíamos lograr una administración conjunta del puerto entre Ciudad y Nación. Entendemos que redundará en beneficios para ambos ya que en toda el área urbana cerca al puerto tenemos un déficit de desarrollo importante que podríamos aprovechar”, explica una fuente porteña al tanto de las negociaciones. Charlas que en rigor no prosperaron y están estancadas.

La extensión de las concesiones del Puerto que realizó Alberto Fernández
Antes de abandonar el poder, el expresidente Alberto Fernández extendió por tres años la concesión del puerto con posibilidad de volver a ampliarlo por el mismo período. Se extendió la terminal 1, 2 y 3 a Terminales Río de La Plata, de Dubai Ports, y la terminal 4 a APM, de Maersk.
La Ciudad sostiene que la terminal puede operar en un área más reducida y que una planificación conjunta permitiría “modernizar el puerto” y hacer obras como profundizar el pie de muelle, dragar los accesos para ampliar la profundidad para que ingreses buques más grandes y llevar adelante reformas para bajar los costos logísticos así se incrementan las exportaciones.
De cualquier manera, en la Ciudad afirman no contar con ninguna queja para con las firmas que tienen el contrato. “Se trata de lograr una administración conjunta que sea más beneficiosa para todos los actores”, dicen.

Por el momento, en Nación no hay una posición tomada al respecto y aseguran que escucharán la propuesta de la Ciudad. La extensión del contrato que se realizó en la gestión de Alberto Fernández contemplaba el lanzamiento en estos años de una licitación, una para la operación de carga y la otra de cruceros cruceros. Pero fuentes del sector aseguran que la medida nunca se impulsó. Hay empresas que están interesadas en que se licite todo el proceso de nuevo.
La expectativa que impulsan otras compañías privadas tiene que ver con un puerto más chico que permita un desarrollo inmobiliario de la zona y derivar la carga a los puertos de Zárate, Campana, Dock Sud y La Plata.
A su vez, el gobierno porteño quiere implementar obras de espacios verdes en toda la zona aledaña al puerto, hoy imposibilitados porque esos sectores están en manos de Nación. Es una idea que busca implementar el ministro de Infraestructura, Pablo Bereciartua, pero que no tendrá luz verde hasta que se destrabe el conflicto.