Los sensores LiDAR permiten a los vehículos mapear su entorno en tiempo real para asistir o ejecutar maniobras de conducción autónoma
Recientemente, un usuario grabó un coche eléctrico con su teléfono móvil. Segundos después, la cámara del dispositivo quedó inutilizada. El responsable: un sensor LiDAR integrado en el techo del vehículo, el nuevo Volvo EX90.
Lo que parecía una simple grabación para redes sociales terminó evidenciando una advertencia técnica poco conocida, pero ya documentada por fabricantes: apuntar con una cámara directamente a un sensor LiDAR de alta potencia puede dañar de forma irreversible los sensores de imagen de un móvil.
Qué es el LiDAR y por qué está en un coche
LiDAR, sigla de Light Detection and Ranging, es una tecnología que emite pulsos de luz láser para medir distancias y reconocer objetos con alta precisión. En la industria automotriz, su uso se ha extendido en vehículos que integran sistemas avanzados de asistencia a la conducción.

El EX90 de Volvo utiliza este tipo de sensor para detectar objetos como peatones a una distancia de hasta 250 metros, incluso cuando el coche circula a altas velocidades. Esta capacidad permite al sistema anticipar riesgos y tomar decisiones para evitar colisiones, en especial en situaciones donde los sensores tradicionales —como cámaras ópticas o radares de corto alcance— podrían tener limitaciones por condiciones de luz o clima.
El sensor se ubica en el techo del vehículo, sobre el parabrisas, y permanece activo incluso cuando no es perceptible al ojo humano. Funciona en el espectro del infrarrojo cercano, con una longitud de onda de 1.550 nanómetros, lo que permite operar a potencias más altas sin exceder los límites de seguridad ocular establecidos por los organismos reguladores.
Qué ocurre al grabar el sensor con el celular
El incidente con el EX90 fue reportado en un foro Reddit, donde un usuario publicó un video mostrando cómo la cámara de su móvil comenzó a presentar fallos tras grabar el sensor.
En las imágenes se observan destellos de colores y distorsiones. Lo que está ocurriendo, de acuerdo con la explicación técnica del fabricante, es una sobrecarga del sensor CMOS del móvil causada por los pulsos de luz emitidos por el LiDAR.

Volvo advierte sobre este riesgo en el manual del vehículo:
“Las ondas de luz LiDAR pueden dañar las cámaras externas. No apunte la cámara directamente al LiDAR. Al ser un sistema láser, el LiDAR utiliza ondas de luz infrarrojas que pueden dañar ciertos dispositivos con cámara, como smartphones o teléfonos con cámara”.
El daño se agrava cuando se hacen planos cercanos o se utiliza zoom, ya que la concentración de energía sobre el sensor aumenta.
Según informó el medio The Drive tras consultar con Volvo, el fabricante confirma que este fenómeno no ocurre en todos los ángulos ni afecta a todos los dispositivos por igual. Algunos teléfonos incorporan filtros o mecanismos de protección que mitigan estos efectos.

¿Es peligroso para la vista?
Más allá del daño a dispositivos, surge la duda sobre el impacto en la salud visual de las personas. Según el sitio especializado Lidar News, no existe evidencia de riesgo para el ojo humano cuando se expone a longitudes de onda como la que utiliza el LiDAR del EX90:
“El ojo humano es sensible a la luz del espectro visible (aproximadamente 400-700 nm) y menos sensible a la luz infrarroja cercana (NIR). 1.550 nm es una longitud de onda más segura para el ojo humano”.
Este tipo de sensor, el Luminar Iris, puede operar con una energía de pulso significativamente mayor que otros sistemas, sin comprometer la seguridad ocular. De hecho, su potencia es hasta un millón de veces superior a la de los sistemas que operan en 905 nm, lo que mejora el alcance y la capacidad de detección del entorno para la conducción autónoma.

Un fenómeno que no será aislado
El caso del Volvo EX90 sirve como ejemplo de una situación que podría extenderse a medida que más vehículos adopten sensores LiDAR de alta potencia. Si bien la tecnología permite avances importantes en autonomía y seguridad vial, también introduce nuevas variables en la interacción cotidiana entre personas y dispositivos electrónicos.
La advertencia es concreta: grabar de cerca un sensor LiDAR activo puede dañar cámaras de teléfonos móviles. Aunque la afectación no se da en todos los casos, y puede evitarse mediante filtros o cubiertas, se trata de una posibilidad real que fabricantes como Volvo ya reconocen en sus materiales oficiales.
