Cada año, miles de niños y niñas en todo el país son víctimas de distintos tipos de violencia en sus hogares. En medio de un contexto de recortes presupuestarios crecen los pedidos para poner el foco en la prevención y el acompañamiento familiar. El maltrato infantil es una realidad cotidiana para miles de chicos. Según datos oficiales, siete de cada diez son criados con prácticas violentas.
“Creemos que es imperativo asumir un compromiso concreto para erradicar la violencia hacia las infancias. A través de la articulación activa, la inversión en políticas de protección y el acompañamiento a las familias, podemos garantizar un entorno seguro y protector para niños, niñas y adolescentes”, dice Alejandra Perinetti, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS.
En este escenario, se intensifican los pedidos de atención urgente a una problemática que deja secuelas físicas y emocionales profundas. Las organizaciones reclaman un compromiso sostenido en políticas públicas, formación de profesionales y campañas de sensibilización que aborden la violencia contra las infancias de forma estructural.
En los últimos meses se registró la eliminación de varios programas sociales orientados a fortalecer a las familias o asistir a niños en situaciones de emergencia, lo que debilita las redes de contención disponibles, sostienen desde Aldeas SOS. Además, la reducción presupuestaria proyectada para este 2025 genera inquietud.
“El verdadero enfoque debe estar en la prevención. Por eso es fundamental apoyar a las familias en la crianza, ya que allí aparecen manifiestas las prácticas violentas como formas aprendidas por personas adultas hacia niñas y niños. Las infancias no pueden esperar”, concluye Perinetti.
Las cifras del maltrato infantil
Según la Organización Mundial de la Salud, el maltrato infantil abarca desde el abuso físico y emocional hasta la negligencia y explotación, afectando a menores de 18 años en contextos de responsabilidad o poder. En Argentina, esta realidad se manifiesta con especial crudeza: en el 70% de los hogares se ejerce alguna forma de violencia como método de crianza, y el 10% aplica castigos físicos severos.