Países europeos y asiáticos figuran entre los más usados en estas estafas, que se propagan mediante técnicas de automatización y engaño digital. Si se espera la llamada de un familiar es mejor comunicarse con él directamente
Todo comienza con un timbre que dura apenas uno o dos segundos. No hay tiempo de contestar y, al revisar el registro de llamadas, aparece un número internacional desconocido. Por curiosidad, preocupación o simplemente por costumbre, muchas personas optan por devolver la llamada.
Es en ese momento cuando comienza la estafa. Este tipo de fraude, tan simple como efectivo, ha vuelto a ganar fuerza y continúa afectando a miles de usuarios en todo el mundo.
Las estafas telefónicas se han vuelto cada vez más sofisticadas. Algunas se basan en técnicas complejas de ingeniería social, otras se apoyan en mensajes falsos o enlaces peligrosos. Pero también existen métodos mucho más sencillos, que no necesitan más que una llamada perdida.

Este tipo de fraude no requiere interacción previa, ni credenciales robadas. Solo necesita que la víctima devuelva la llamada. Y lo peor es que, en muchos casos, funciona.
Qué prefijos que deberías evitar si aparecen en tu registro de llamadas
Uno de los puntos clave de esta estafa es que opera desde el extranjero, lo que dificulta su rastreo y sanción. Sin embargo, se han identificado ciertos prefijos internacionales utilizados con mayor frecuencia por los delincuentes. Entre ellos destacan los siguientes:
- +49 (Alemania)
- +31 (Países Bajos)
- +216 (Túnez)
- +88 (Bangladés, aunque muchas veces disfrazado)
Estos números no representan en sí mismos un peligro. El problema surge cuando se utilizan como herramienta para ejecutar llamadas automáticas a gran escala, en las que los estafadores simplemente esperan que alguien responda o llame de vuelta.

Cómo funciona la estafa de la llamada perdida
La mecánica es muy básica. Se realiza una llamada desde un número internacional. La llamada suena una o dos veces y se corta antes de que pueda ser respondida. El número queda registrado y, ante la duda, muchas personas devuelven la llamada. Ahí es donde se activa el verdadero objetivo del engaño.
En algunos casos, el número redirige a una línea de tarificación especial que genera cargos elevados por minuto. En otros, el estafador responde con algún pretexto falso e intenta obtener información personal, financiera o incluso bancaria. Las variantes cambian, pero el resultado suele ser el mismo: pérdida económica y exposición de datos privados.
Técnicas que hacen más difícil detectar el fraude
Una de las razones por las que este tipo de estafa es tan efectiva es el uso de técnicas como el “spoofing”. Esta práctica permite falsificar el número de origen de una llamada.

A simple vista, el número puede parecer legítimo, lo que reduce las sospechas del usuario. Además, muchos de estos números no están ocultos, por lo que no son detectados automáticamente como spam.
Esto hace que el engaño sea más creíble. Las personas no reciben llamadas con identificador privado o números extraños, sino desde líneas que aparentan ser reales.
En algunos casos incluso se muestran con nombres o ubicaciones que generan confianza, lo que aumenta las posibilidades de que el destinatario devuelva la llamada.
Aunque este tipo de fraude no es nuevo, en los últimos meses ha registrado un notable aumento, especialmente desde finales de 2024. Países como España, Alemania, México y Argentina han reportado un repunte de casos.
Esto se debe a que la estrategia sigue funcionando. Los delincuentes lanzan miles de llamadas aleatorias cada día. Si solo una pequeña fracción de las personas contactadas cae en la trampa, el resultado ya es rentable.
Qué hacer si recibes una llamada sospechosa
La recomendación principal es clara: no devuelvas llamadas a números internacionales que no reconozcas. Si realmente se trata de un contacto legítimo, dejarán un mensaje o buscarán otra forma de comunicación. También puedes buscar el número en internet.
Existen plataformas donde otros usuarios reportan llamadas sospechosas, lo que puede ayudarte a identificar un posible intento de fraude.
Evitar responder por impulso y mantener la precaución puede protegerte de una estafa. La clave está en reconocer los signos, estar informado y actuar con prudencia. Un solo timbre puede parecer inofensivo, pero si te descuidas, el costo puede ser alto.
