La alteración del ecosistema lagunar generó un brote masivo de insectos, afectando escuelas, comercios y actividades turísticas
El zumbido de millones de mosquitos convirtió a Orbetello, un enclave costero en la región italiana de Toscana, en un lugar inhabitable.
“No podemos dar un paseo al aire libre. No podemos abrir las ventanas. Estamos aislados en casa”, se lee en la petición ciudadana lanzada en Change.org, citada por la agencia de noticias AP.
El texto comparó la situación con los confinamientos de la pandemia. La invasión de mosquitos obligó a gran parte de los 14.000 habitantes del municipio a encerrarse, en pleno mes de marzo y a las puertas de la temporada turística, según el medio italiano La Nazione.
El fenómeno, según AP, tiene una causa identificada por los pescadores de la zona: la muerte masiva de alevines, ocurrida en 2024. Según La Nazione, esto debilitó el ecosistema lagunar y eliminó a los depredadores naturales de los quironómidos, un tipo de mosquito no hematófago que se reproduce en ambientes degradados.
El desequilibrio ecológico, agravado por la baja concentración de oxígeno en las aguas de la laguna, creó el ambiente ideal para la proliferación descontrolada de los insectos.
Atrapados en casa: el impacto sobre los residentes
Mientras la situación se extiende a localidades vecinas como Albinia, Fonteblanda, Talamone y Capalbio Scalo, la presión social crece. La petición lanzada por Alessio Segoni, ciudadano de Orbetello, ya ha superado las 19.000 firmas, según La Nazione, superando incluso el número de residentes.
La demanda principal es la declaración del estado de emergencia por parte de la Región Toscana, junto con un plan de intervención extraordinario, el nombramiento de un comisario especial y ayudas para los sectores económicos afectados.
Los residentes denuncian una respuesta institucional insuficiente. “No es sólo una molestia, sino un desastre natural provocado por el hombre”, se puede leer en la petición.
Es el resultado de años de mala gestión y falta de inversiones para sanear la laguna. La escuela de Consani, como otras del municipio, reportó aulas saturadas de mosquitos y niños respirando en condiciones insalubres, lo que ha reforzado el reclamo ciudadano de medidas urgentes.
Respuesta oficial: fondos, comisiones y promesas
El Ayuntamiento de Orbetello, que encabeza Andrea Casamenti, reaccionó el jueves 20 de marzo destinando 300.000 euros para intervenciones de emergencia.
En declaraciones recogidas por AP, Casamenti anunció la creación de una comisión permanente para “proteger a los ciudadanos y las actividades económicas de la zona”.
Aunque no se detallaron las acciones concretas, se confirmó que se realizarán reuniones con la Región Toscana y el Ministerio de Medio Ambiente, que podría intervenir en los próximos días.
Turismo y pesca, al borde del colapso
El impacto económico preocupa especialmente a los pescadores y empresarios locales. Pier Luigi Piro, presidente de la cooperativa de pescadores de Orbetello, advirtió en declaraciones a AP que la continuidad de muchas actividades está en juego.
“Con todo lo que estamos haciendo, esperamos tener una temporada turística serena. De lo contrario, muchas actividades corren el riesgo de cerrar”, aseveró.
Según Piro, el único camino es una inversión estructural para limpiar los canales y permitir el intercambio de agua entre la laguna y el mar Tirreno.
Expansión regional: preocupación en Monte Argentario
La situación ha generado inquietud más allá de Orbetello. En Il Tirreno, el alcalde de Monte Argentario, Arturo Cerulli, expresó su temor ante una posible expansión de la plaga: “Los mosquitos no se pueden contener, pero está claro que el problema se debe solucionar tratando la causa”.
Aunque aún no se detectaron casos graves en Argentario, Cerulli anticipó problemas durante la temporada alta, especialmente en Terrarossa, donde está previsto un evento internacional.
El Partido Democrático de Monte Argentario y Albinia también se sumó a las críticas. En comunicados recogidos por Il Tirreno, acusaron a las administraciones locales de inacción frente a un fenómeno previsible tras las muertes masivas del verano pasado.
“La laguna se ha convertido en una masacre que hace que el atractivo turístico se derrumbe”, señaló el Partido Demócrata Argentarino, según el mismo medio italiano.
En la petición ciudadana, Segoni remarcó que las desinfestaciones realizadas hasta ahora son ineficaces y perjudiciales para el medio ambiente. “Se están desperdiciando recursos valiosos en lugar de invertir en una solución real a largo plazo”, aseguró según La Nazione.
