Agustina Bascerano publicó un fuerte descargo en su cuenta de Instagram después de que circularan versiones de una crisis con el campeón del mundo.
En las últimas horas comenzó a circular un rumor en las redes sociales que indicaba que Germán Pezzella y su esposa, Agustina Bascerano, estaban separados. Todo surgió a raíz de que los usuarios indicaran que habían borrado sus fotos juntos.
Cansada de las especulaciones, la mujer del futbolista de River Plate y la Selección argentina publicó una historia en su cuenta de Instagram con la que desmintió de manera categórica la ruptura.
Sobre una foto de su perra, escribió: “Les mando una Kuku de la suerte para gente nefasta que no para de inventar cosas”. Muy molesta, añadió: “Hagan algo de su vida ‘plis’”.

Luego, desde LAM (América) se contactaron con la influencer casada con el defensor del equipo de Marcelo Gallardo para que aclare la situación. “No estamos separados, no hay crisis. No borramos ninguna foto de nosotros”, comenzó diciendo.
Acto seguido, aclaró por qué no tiene postales junto al deportista en su cuenta en la red social de la camarita: “Trabajo en Nueva York, por eso viajo mucho. Trabajo con mis redes y tengo una marca propia, por eso sigo una estética en Instagram”.

“¡No tengo por qué subir fotos de mi vida privada para demostrar que estamos bien! No me hace falta”, concluyó Agustina.
La historia de amor de Agustina Bascerano y Germán Pezzella
Germán Pezzella y Agustina Bascerano se conocieron en 2012, cuando empezaron a intercambiar mensajes a través de Facebook. Luego de algunas semanas hablando por las redes sociales, decidieron arreglar una cita para verse en persona. Fue ese el comienzo de una relación que aún se mantiene firme, tras más de una década. Ambos disfrutan de su vida juntos en España y sueñan con la llegada de un hijo para agrandar la familia.
“A Germán lo encontré a través de un amigo en Facebook, precisamente un chico de Racing que se fue de sparring con él en el 2010 al Mundial de Sudáfrica. Cuando volvieron, el chico subió fotos a Facebook y dije: ‘Qué lindo chico’. Le mandé la solicitud de amistad y me olvidé. Él me escribió por privado: ‘Hola ¿cómo estás?’”, recordó la joven en una entrevista con Gente.

Ese mensaje estuvo pendiente durante dos años, pero ella nunca lo vio. “Recién dos años después, en el 2012, vi los cumpleaños de mis amigos de esa red y me apareció el suyo el 27 de junio. Le puse ‘Feliz cumpleaños’ y me volvió a escribir. A partir de ahí empezamos a hablar, porque me pasó el pin de BlackBerry”, contó.
Según relató, su primer encuentro fue una tarde en un Starbucks, donde tomaron un café. Aunque era la primera vez que se veían, ya conocían mucho del otro. “Sentíamos que ya nos conocíamos un montón porque habíamos estado dos semanas hablando casi todos los días”, explicó.
