La Justicia condenó al único acusado a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por alevosía y por violencia de género”. El femicidio ocurrió el 17 de julio del año pasado en Córdoba.
Tras la sentencia a prisión perpetua a Néstor Soto por el femicidio de Catalina Gutiérrez, la hermana de la joven asesinada en Córdoba compartió un conmovedor mensaje en sus redes sociales.
“Se hizo justicia angelito mío, podés estar en paz. Prometo honrar tu vida para siempre hasta el último día de vida. Te amo con mi alma entera”, escribió Lucía en una de sus historias de Instagram junto a una foto de ambas.
Además, en otra publicación, la hermana de Catalina se dirigió directamente a Soto: “Y a vos basura, te deseo lo peor de la vida. La justicia humana no repara, pero castiga, que te pudras ahí adentro, que sufras cada día el triple de lo que sufrimos nosotros. Que te maten los pensamientos en tu cabeza, recordando lo que le hiciste a tu amiga”.
Este miércoles, un jurado popular condenó a prisión perpetua a Néstor Soto por el femicidio de Catalina Gutiérrez, que ocurrió en Córdoba en julio del año pasado. De esta manera, el joven pasará al menos 35 años en la cárcel.
Luego de siete jornadas, el tribunal de la Cámara en lo Correccional y Criminal de 11° Nominación emitió su veredicto en el juicio al único acusado, que llegó a esta instancia imputado por el delito de “homicidio agravado por alevosía y por violencia de género”.
Tras el alegato de Marcelo Sicardi, fiscal de juicio, Eleonora Vollenweider, mamá de la víctima, le habló directamente a Soto en uno de los momentos de mayor tensión del debate. Entre lágrimas, le pidió que lo mirara a la cara, pero el acusado no lo hizo. “Mirame, Néstor: mi hija está en un cajón por culpa tuya”, le dijo.
Entre lágrimas, la mujer recordó a Catalina (tenía 21 años cuando fue asesinada) y habló sobre cómo se dedicó a criarla tanto a ella como a su hermana. “Estaba tan preocupada de que sean chicas sanas, comprometidas, que nunca les enseñé a cuidarse de un amigo. No sé si es culpa mía”, dijo.
“Yo no quise esta vida, es durísimo estar acá. Éramos una familia de 4 y nos obligaste a ser de 3″, le dijo a Soto, que seguía con la vista clavada en el suelo. “Me gustaría que me miraras, Néstor. Lamento tanto el día que Catalina te conoció”, se desahogó la mamá.
