El hijo del fallecido rey Constantino II, conocido como “el príncipe playboy”, se unirá en matrimonio en un evento al que asistirá la alta sociedad europea
El príncipe Nicolás de Grecia, hijo del fallecido rey Constantino II y la reina Ana María de Dinamarca, se casará con Chrysí Vardinogianni, descendiente de una prominente familia naviera griega, en una ceremonia que llamó la atención de la alta sociedad europea.
Según informó Tatler, la boda se celebrará el próximo 7 de febrero en la histórica Iglesia de San Nicolás Ragavas, ubicada en el corazón de Atenas.
Este evento marca un nuevo capítulo en la vida del príncipe, quien se divorció de su anterior esposa, la princesa Tatiana, hace menos de un año tras catorce años de matrimonio.
Por qué le dicen el “príncipe playboy”
Desde su juventud, Nicolás se destacó en la escena social europea, convirtiéndose en una figura reconocida gracias a su carisma, estilo y afinidad con las celebridades.
Su nombre apareció con frecuencia en los medios de comunicación y en los círculos de la alta sociedad, acompañado de rumores sobre relaciones sentimentales con personalidades como Gwyneth Paltrow.
Este historial le otorgó el título de uno de los “solteros más atractivos” de su generación. Sin embargo, más allá de los eventos exclusivos y los titulares, Nicolás llevó una vida versátil.
Completó sus estudios en Relaciones Internacionales en la Universidad de Brown, sirvió en el ejército británico, exploró el ámbito de los medios y la consultoría empresarial, y finalmente se enfocó de lleno en su pasión por la fotografía.
De acuerdo con Tatler, la relación entre Nicolás y Chrysí, quien fue amiga cercana de la familia real griega durante años, se hizo pública en enero, cuando ya se había fijado la fecha de la boda.
La ceremonia será privada, limitada a familiares y amigos cercanos, aunque, dada la extensa red de conexiones reales de la familia, se espera la asistencia de numerosos miembros de la realeza europea.
Este evento promete reunir a figuras destacadas de las casas reales de Grecia, Dinamarca, España y otros países, consolidando la relevancia de la familia real griega en el panorama aristocrático internacional.
Un romance inesperado y un divorcio reciente
El anuncio del compromiso entre el príncipe Nicolás y Chrysí Vardinogianni sorprendió a muchos, ya que se produjo pocos meses después de la separación oficial del príncipe y la princesa Tatiana.
Según detalló Tatler, la pareja anunció su divorcio en abril de 2024 mediante un comunicado en el sitio web oficial de la familia real griega.
En el mensaje, ambos expresaron su decisión de disolver su matrimonio de manera amistosa, destacando el respeto mutuo y su intención de mantener una relación basada en la amistad.
“Esta decisión se tomó con mucho cuidado y respeto, lo que refleja la profundidad de su mutuo aprecio y los momentos que han compartido”, afirmaba el comunicado.
La princesa Tatiana, en una entrevista con el medio griego Tovima, describió el último año como un período lleno de incertidumbre y desafíos emocionales. “Aprendí la importancia de permitirse sentir, lamentar, procesar las propias emociones y seguir adelante con compasión por uno mismo”, declaró.
A pesar de las dificultades, expresó su esperanza en el futuro y su fe en la capacidad del espíritu humano para superar la adversidad.
Una lista de invitados de “sangre azul”
La boda de Nicolás y Chrysí generó gran expectativa debido a la posibilidad de que asistan destacados miembros de la realeza europea.
Según Tatler, se espera la presencia de la familia inmediata del príncipe, incluyendo a su hermano mayor, el príncipe heredero Pablo, y su esposa, la princesa heredera Marie-Chantal, junto con sus cinco hijos.
Estos jóvenes, conocidos por su activa participación en los círculos sociales de Londres y Nueva York, podrían hacer una pausa en sus agendas para asistir al evento en Atenas.
También se espera la asistencia de los otros hermanos de Nicolás. La princesa Alexia, junto a su esposo, el arquitecto Carlos Morales Quintana, y sus hijos, podrían estar presentes.
Asimismo, el príncipe Felipe de Grecia, el menor de los hijos del rey Constantino, probablemente asistirá acompañado de su esposa, Nina Flohr.
La princesa Theodora, quien celebró su propia boda en septiembre del año pasado, también podría unirse a la celebración.
Además de la familia griega, se especula que miembros de otras casas reales europeas podrían asistir, basándose en las conexiones familiares y las recientes bodas reales.
Según Tatler, en la boda de la princesa Theodora estuvieron presentes figuras como la reina Sofía de España, la infanta Elena de Borbón, la infanta Cristina de Borbón y sus hijos.
También asistieron representantes de la realeza danesa, como la princesa Benedicta y su hija, la princesa Alexandra de Sayn-Wittgenstein-Berleburg. La posibilidad de que estas figuras repitan su asistencia en la boda de Nicolás añade un elemento de intriga al evento.
Un evento marcado por la tradición y la discreción
La elección de la Santa Iglesia de San Nicolás Ragavas como lugar de la ceremonia subraya el apego de la familia real griega a sus raíces y tradiciones.
Esta iglesia, una de las más antiguas de Atenas, ofrece un escenario íntimo y cargado de historia para la unión de Nicolás y Chrysí.
Según Tatler, la pareja optó por mantener un perfil bajo en los días previos a la boda, lo que contrasta con el estilo más ostentoso que a menudo caracteriza a los eventos reales.
Incluso el anillo de compromiso de Chrysí, descrito como un diseño sencillo de oro, refleja esta preferencia por la discreción.
