Al renunciar como vicepresidente, pero no como gobernador, Michael Barr limitó las opciones de Donald Trump para reemplazarlo
El principal regulador financiero de la Reserva Federal dijo el lunes que renunciará el próximo mes, evitando un posible enfrentamiento con la administración entrante de Donald Trump y los republicanos en el Senado.
El gobernador de la Fed Michael Barr dijo en una carta al presidente Joe Biden que dejará su puesto como vicepresidente de supervisión el 28 de febrero, o antes si se confirma a un sucesor. Sin embargo, Barr afirmó que permanecerá en la junta de directiva del banco central norteamericano. Su mandato como gobernador dura hasta 2032.
Barr supervisó la propuesta de reglas más estrictas para los bancos más grandes de Estados Unidos, que les habrían requerido aumentar significativamente sus reservas financieras. La propuesta provocó una feroz oposición de las mayores firmas financieras, incluyendo a JPMorgan Chase, y fue duramente criticada por los republicanos del Senado.
Durante la campaña presidencial del año pasado, surgieron reportes de que Trump intentaría despedir o degradar a Barr. Pero en una conferencia de prensa en noviembre, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo que un presidente no tiene la autoridad legal para hacer ninguna de esas cosas.
El senador Tim Scott, quien está en línea para presidir el Comité Bancario del Senado, que supervisa a la Fed, el lunes calificó las regulaciones financieras propuestas por Barr como “desastrosas”. Anteriormente había dicho que limitarían los préstamos de los bancos y debilitarían la economía.
“Michael Barr no ha cumplido con las responsabilidades de su posición”, manifestó Scott en un comunicado. “Estoy listo para trabajar con el presidente Trump para asegurarnos de tener reguladores financieros responsables al mando”.
Al renunciar como vicepresidente, pero no como gobernador, Barr limitó las opciones de la administración Trump para reemplazarlo. Los siete asientos en la junta de gobernadores de la Fed están ocupados, y no habrá una vacante hasta que termine el mandato de la gobernadora Adriana Kugler el 31 de enero de 2026.
Como resultado, por ahora Trump solo puede nombrar a otro gobernador actual para la posición regulatoria superior, o esperar hasta el próximo año para llenar la vacante en la junta con un nuevo regulador. La gobernadora Michelle Bowman, una nominada republicana, ha apoyado públicamente regulaciones financieras menos estrictas y es una posible reemplazo.
“El riesgo de una disputa sobre la posición podría ser una distracción de nuestra misión”, dijo Barr en un comunicado de la Fed. “En el entorno actual, he determinado que sería más efectivo sirviendo al pueblo estadounidense desde mi rol como gobernador”.
Barr asumió el cargo en junio de 2022 y más tarde se vio envuelto en la serie de fallas bancarias en la primavera de 2023 que comenzó con Silicon Valley Bank, el tercer mayor fracaso bancario en la historia de Estados Unidos. Barr supervisó la preparación de un informe que culpaba a las regulaciones bancarias diluidas, al propio personal de la Fed y a los gerentes de los bancos por las fallas.
Luego, Barr propuso endurecer las reglas bancarias, particularmente para aquellos bancos con 100.000 millones de dólares o más en activos, exigiéndoles que mantuvieran más capital en reserva. Anteriormente, los nominados por Trump en la Fed habían relajado las reglas para los bancos con menos de 250.000 millones de dólares en activos.
Sin embargo, esas reglas se encontraron con una feroz oposición de la industria bancaria, lo que llevó a Powell a anunciar el pasado marzo que serían revisadas.
La Fed dijo el lunes que “no tiene la intención de abordar ninguna regulación importante hasta que se confirme un sucesor como vicepresidente de supervisión”.
(AP)
