Los algoritmos que transformaron la industria financiera dejan atrás las soluciones genéricas para enfocarse en nuevas metas, con foco en la interacción humana y la especialización para el año entrante
Las despedidas de año a veces nos ponen nostálgicos por todo lo que dejamos atrás, pero cuando hablamos de avances tecnológicos la historia es otra. La Inteligencia Artificial (IA) parece haber hecho sus resoluciones de año nuevo y una de ellas es “ser aún más efectiva y personalizada”.
No es sorpresa que la IA sea protagonista de las tendencias para el 2025: según el reporte de Grand View Research, se estima que el tamaño del mercado global de esta herramienta crecerá un 36,6% cada año desde 2023 a 2030. Una fuerza imparable.
Entonces, ¿qué espera cumplir la IA en este año entrante? Lo principal es que los cambios que tiene pensados la volverán irreconocible. Mientras que en enero algunos comienzan el gimnasio o la dieta para cambiar su apariencia, los algoritmos parecen volverse más específicos e hiperverticalistas. Las soluciones genéricas que utilizan IA tuvieron su momento de esplendor, pero están alcanzando su límite en cuanto a la capacidad para impulsar innovaciones, especialmente en sectores como el financiero, donde la seguridad y la confianza son prioridad. Por eso podemos esperar modelos más personalizados que se ajusten mejor a las necesidades particulares de diferentes mercados e industrias.
Otra resolución común es tener experiencias nuevas, el típico “fuera lo viejo y paso a lo nuevo”. Siguiendo con las operaciones financieras y de seguros como eje, en el sector observamos una limitación e insatisfacción en el uso de los chatbots. Los usuarios demandan más que una simple interacción, buscan una experiencia personalizada y empática, queriendo sentirse escuchados y valorados por las instituciones. Es por eso que en N5 vemos una gran oportunidad para modelos que imitan la interacción humana, como el Fin Skys Singular, que ofrece experiencias hiperrealistas, integradas y capaces de transmitir empatía y adaptarse en tiempo real. El usuario podrá ver y hablar con un “humano” recreado por IA.
Aunque el próximo año está a la vuelta de la esquina, creo que las tendencias de la inteligencia artificial van un poco más allá del 2025: la evolución que notamos en esta tecnología está definiendo un futuro -no tan lejano- en el que los ejecutivos bancarios y financieros pueden ser líderes en el uso y desarrollo de estos algoritmos. Paso a paso, familiarizarse con supervisar, entrenar y comandar estas herramientas es una base sólida para que, en el futuro, se conviertan en comandantes de IAs.
Para la inteligencia artificial, se viene un año hiperverticalista. Estamos ante algoritmos que no solo buscan ser más eficientes con las demandas específicas de cada mercado, sino también más cercanos a sus usuarios. Estoy seguro de que su rol estelar en este año entrante no dejará de sorprendernos.
