Tenía 42 años y apareció flotando este miércoles por la mañana a treinta metros de la orilla. Sus familiares reconocieron el cuerpo por sus tatuajes y contaron que hace dos años que habían perdido contacto con él.
El hombre que estaba desaparecido desde el lunes luego de tirarse a nadar en los lagos de Palermo fue encontrado este miércoles por la mañana y unas horas después fue identificado por sus familiares, quienes reconocieron que se trataba de una persona en situación de calle.
La víctima es Eduardo Vaccaro, un hombre de 42 años oriundo de San Isidro y que por lo menos hace dos años estaba en situación de calle. Los vecinos declararon que habitualmente era visto en la zona de Avenida del Libertador y Olleros.
Según contaba en sus redes sociales, Vaccaro había estudiado en el colegio Polivalente de Arte de San Isidro y también en la Escuela Media N°11. Con el paso de los años, comenzó a trabajar como pintor y también como soldador en la empresa “Taller Vaccaro”.
Fanático del rap, de los graffitis y de los autos de alta gama, Eduardo se fue de la Argentina en 2018. El destino fue Santiago de Chile, allí no solo vivió, sino que también se dedicó a estudiar Muay Thai, un arte marcial.
Vaccaro registró su último domicilio en la Villa 31, ubicado en el barrio porteño de Retiro. Por esos años, en su regreso de Chile, trabajó como empleado en una fábrica de soda ubicada en la localidad bonaerense de La Tablada.
Los familiares de la víctima declararon ante la policía que llevaban dos años sin tener contacto con él, dijeron que sabían que estaba en situación de calle y detallaron que no era la primera vez que era reportado como desaparecido.
En junio de 2019 lanzaron una campaña para buscarlo luego de que se ausentara de su casa de la localidad de Villa Adelina, en el partido bonaerense de San Isidro. Después de dos semanas de intensa búsqueda, lo encontraron.
Este lunes estaba en estado de ebriedad cuando decidió sacarse las zapatillas y la remera para meterse a nadar en el lago. La decisión la tomó pese a que está prohibido sumergirse en el espejo de agua por su profundidad y su vegetación.
Los testigos lo perdieron de vista a los pocos minutos de haberse arrojado y advirtieron a la policía sobre lo ocurrido. Lo buscaron durante todo el lunes y gran parte del martes, hasta que su cuerpo apareció flotando este miércoles por la mañana a treinta metros de la orilla.
El hombre había sido identificado a última hora del martes porque entre las pertenencias que dejó antes de tirarse al agua había una denuncia de extravío en su DNI. El número de esa denuncia permitió llegar a su nombre y luego a su familia.
Su padre y sus hermanos siguieron el operativo de búsqueda durante las últimas horas y reconocieron el cuerpo este miércoles. Sus tatuajes fueron claves para reconocerlo: una llama de fuego en el costado izquierdo del cuello, otro similar en la pierna izquierda y las máscaras del teatro en el abdomen.