Son personajes que compiten por la atención y el afecto, particularmente de sus hijos. Utilizan diversas tácticas para mantener el control sobre situaciones familiares. Es importante decidir qué acciones tomar si no se respetan los límites.
Se supone que la maternidad debe tener como objetivo la protección, la seguridad y el cuidado, pero no siempre es así. Cuando nos enamoramos y encontramos a la persona perfecta para compartir la vida, la mayoría no nos detenemos a evaluar a su familia. Lamentablemente, el hombre o la mujer de tus sueños pueden tener padres que literalmente pueden hacer descarrilar tu pareja, convirtiéndola de un cuento de hadas a una pesadilla en un instante.
Según la doctora Judith Orloff, psiquiatra y profesora adjunta de Psiquiatría de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA): “Los narcisistas actúan como si el mundo girara a su alrededor. Tienen un sentido inflado de importancia y derecho. Necesitan ser el centro de atención y requieren elogios infinitos. Debes felicitarlos para obtener su aprobación”. En general, son encantadores persuasivos que saben exactamente qué decir para manipularte y jugar con tus emociones.
Los 10 rasgos de una suegra narcisista
La terapeuta Natalie Jambazian, que se especializa en la recuperación del abuso narcisista señala algunos rasgos o comportamientos que se podrían ver en una suegra narcisista:
- Inicialmente es encantadora y carismática para ganar aprobación.
- Muestra un comportamiento celoso, especialmente con respecto a la relación de su hijo con su pareja.
- No se responsabilizará de las conductas o daños que haya causado en el pasado o recientemente.
- Se vuelve agresiva u hostil si las cosas no salen como ella quiere o puede recurrir a la culpabilización para salirse con la suya.
- Traspasa límites personales claramente definidos (o generalmente aceptados).
- Se inserta en la vida de sus hijos y sus relaciones.
- Utiliza la triangulación, crea conflictos y competencia entre los miembros de la familia.
- No pregunta (ni parece preocuparse) por los sentimientos o experiencias de su hijo e incluso puede descartarlos por completo.
- No se compromete con eventos y/o intenta controlar grandes planes.
- Busca venganza o guarda profundos rencores.
- Exige reconocimiento, elogios y atención permanente.
Cómo la suegra puede arruinar una pareja
“Lidiar con una suegra narcisista puede causar un estrés inmenso y discusiones recurrentes en una relación romántica. Suelen ser inseguras y celosas y, por este motivo, crearán conflictos en la pareja criticándola, difundiendo historias falsas y minando la relación”, explica Leanna Stockard, terapeuta matrimonial y familiar de EE.UU.
La experta afirma que las suegras narcisistas pueden usar la culpa, el miedo o el chantaje emocional para mantener el control en una situación o dinámica.
“Esto puede ser agotador emocional y psicológicamente, especialmente si tu pareja niega los rasgos tóxicos de su madre”, advierte Stockard. “Tener que demostrar constantemente tu valía, sentir ansiedad o no saber qué esperar de tu suegra puede ser perjudicial para tu salud mental”.
Lo peor de una persona con rasgos narcisistas es que nunca puede empatizar ni comprender la cantidad de daño y disgusto que su comportamiento está causando.
Algunas estrategias prácticas para establecer límites
Elizabeth Fedrick, psicoterapeuta licenciada radicada en Phoenix, Arizona aconseja que “la primera y mejor manera” de manejar la relación es establecer límites con el cónyuge sobre cuánta participación puede tener la madre en la relación.
Esto podría incluir sobre qué temas aceptar que ella comparta sus opiniones, cuánto tiempo puede pasar en la casa, con qué frecuencia están dispuestos a visitarla y las formas en que se le permite hablar ya sea con ustedes o con sus hijos.
“Es fundamental que una pareja determine estas cosas primero dentro de la seguridad de su propia dinámica y luego explore e identifique cómo se comunicará esta información a la familia del otro, incluidas las suegras”, dijo Fedrick. “Esta información debe luego compartirse con claridad y sin lugar a interpretaciones con la suegra”.