El Tribunal Oral Federal de Resistencia revocó la prisión domiciliaria del agente, Raúl Scheurman, y ordenó que cumpla su condena en una cárcel común. Junto a otros tres gendarmes, fue condenado en julio pasado a cinco años de prisión por simular operativos antidrogas en los que hallaban estupefacientes, pero nunca lograban detener a ningún sospechoso.
Un gendarme del Chaco, que fue condenado por fraguar operativos antinarcos, perdió el beneficio de la prisión domiciliaria y ahora deberá atravesar su condena en una cárcel común.
Así lo dispuso el jueves pasado el Tribunal Oral Federal de Resistencia al revocar el arresto domiciliario del agente Raúl Scheurman. Dispusieron su alojamiento en el Escuadrón 1 de Gendarmería Nacional, en Sáenz Peña, hasta tanto el Servicio Penitenciario notifique de la existencia de algún cupo para su traslado a una prisión federal.
El 8 de julio pasado, Scheurman, junto a sus camaradas de armas Julio César Perdaza, Enzo Aguirre y Julián Morínico, fue condenado por por simular operativos antidrogas en los que hallaba estupefacientes, pero nunca lograba detener a ningún sospechoso.
Por este caso, fue condenado a cinco años de prisión y el doble de inhabilitación para ejercer cargos públicos tras aceptar su responsabilidad en un juicio abreviado.
Estos hechos salieron a la luz en el año 2021 a partir de la denuncia de un oficial inferior de esa fuerza federal que delató a sus superiores y además aportó una grabación y una filmación que fueron pruebas fundamentales para la acusación.
Todos los condenados fueron considerados penalmente responsables por los delitos de asociación ilícita, en concurso real con los delitos de falsedad ideológica, incumplimiento de los deberes de funcionarios público en concurso ideal con incumplimiento de la obligación de promover la represión.
Tras conocerse la condena, el defensor público oficial, Juan Manuel Costilla, solicitó al TOF que Scheurman continúe bajo el régimen de prisión domiciliaria argumentado problemas de salud. Entre las dolencias de su defendido, indicó que padece disnea clase funcional III, obesidad mórbida grado II, aumento de la silueta cardiaca y también “ansiedad y angustia” ante la posible separación con el núcleo familiar.
En una sentencia fechada el jueves pasado, los jueces Juan Manuel Iglesias, Enrique Bosch y Fabián Cardozo (del TOF de Misiones) decidieron rechazar la petición al considerar que la situación particular de Scheurman “no reúne las condiciones legales para continuar sometido al régimen de prisión domiciliaria”.
En primer lugar, recordaron que, en el acuerdo de juicio abreviado, el fiscal, Federico Carniel, dejó en claro que la modalidad de arresto de Scheurman quedaría a criterio del tribunal, no siendo esta una condición para el acuerdo en sí.
Asimismo, en el informe del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación se aclaró que las dolencias del gendarme “no requieren de medicina altamente especializada e infraestructura sofisticada” y que, ante eventuales estudios de mayor complejidad, se podría trasladar al detenido al centro de salud que se determine.
En relación al exceso de peso indicado por la defensa de Scheurman, los peritos de la Corte fueron muy claros. Indicaron que este padecimiento resulta totalmente tratable intramuros mediante un régimen especial de comidas sumado a actividad física regular.
