La necesidad de la Casa Rosada de construir alianzas estratégicas se hace evidente en un contexto donde las mayorías parlamentarias dependen de acuerdos con sectores tradicionales.
A pesar de haber rechazado públicamente las negociaciones con el kirchnerismo, el Gobierno de Javier Milei encontró en la principal fuerza de la oposición un aliado estratégico para destrabar proyectos clave.
La realidad política mostró que la “casta”, como la denomina el Presidente, es un actor inevitable para avanzar en el Congreso. Las interacciones han involucrado a figuras clave como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el influyente asesor Santiago Caputo, que fueron los responsables de establecer estos contactos. El pragmatismo parece imponerse a los discursos de campaña, revelando la complejidad de gobernar sin un bloque sólido en el Poder Legislativo.
La “casta” está en los senadores y diputados, en los gobernadores, en los sindicalistas y entre los empresarios. No se la puede eludir, sobre todo cuando las fuerzas parlamentarias son escasas, como es el caso de La Libertad Avanza (LLA).
El ala dialoguista de la CGT y distintos sectores empresarios aceptaron avanzar en un marco de diálogo junto a la Secretaría de Trabajo, lo que le ha permitido al Gobierno sortear un nuevo paro nacional. Pero para llegar a esa mesa de conversaciones, hubo mucho que dialogar con los sindicalistas que siempre fueron enmarcados como parte de la casta.
Afuera quedaron Pablo Moyano y un grupo de gremios combativos como metalúrgicos, mecánicos y bancarios, que harán una marcha a Plaza de Mayo contra el gobierno, el próximo jueves, junto a las dos CTA y La Cámpora.
En el Congreso, el Gobierno enfrenta desafíos delicados en medio de la polémica por la falta de quórum en la Cámara de Diputados durante el tratamiento de la ley de Ficha Limpia.
Este proyecto, que apunta a inhabilitar a los condenados por corrupción para ser candidatos, podría tener un impacto directo en Cristina Kirchner, cuya posible postulación el año próximo quedaría comprometida.
El escándalo legislativo refleja las tensiones políticas que rodean a una ley que no solo afecta a figuras clave del kirchnerismo, sino también a cualquier funcionario con antecedentes penales por corrupción.
La ausencia de ocho libertarios en la sesión clave para tratar la ley de Ficha Limpia, junto a la inasistencia de legisladores del PRO, la UCR y Encuentro Federal, generó fuertes críticas de Mauricio Macri, que había convertido este tema en una de sus principales banderas políticas.
El expresidente Mauricio Macri mantiene una postura de desconfianza hacia Javier Milei, aunque evita romper vínculos, consciente de que Libertad Avanza (LLA) podría convertirse en una amenaza electoral para el futuro del macrismo en las legislativas del próximo año.
Por su parte, la diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto de Ficha Limpia, recibió explicaciones de Milei mediante un contacto por WhatsApp. El jefe de Estado argumentó que buscan un mejor proyecto de ley, aunque estas razones no lograron convencerla del todo. Lospennato ha optado por dar un voto de confianza a Milei respecto al futuro de la ley, pero no oculta su enojo por el fracaso en Diputados.
¿Hubo o no pacto del Gobierno con el kirchnerismo? ¿Se cayó la sesión a cambio del apoyo para que Martín Menem sea reelecto el próximo miércoles para seguir al frente de la Cámara de Diputados? ¿Karina Milei y Lule Menem fueron piezas clave en esa negociación?
¿Se suspenden las PASO el año próximo como una devolución de gentilezas del kirchnerismo a la Rosada? ¿Los gobernadores son una pieza vital de los acuerdos y votan en esa línea?
¿Se busca un pacto en el Senado para que Ariel Lijo llegue a la Corte Suprema junto a una mujer y no Manuel García Mansilla? ¿Dentro de ese acuerdo estarían también las designaciones del Procurador, auditores y el Defensor del Pueblo?
El clima político y, en especial, el parlamentario, está lleno de suspicacias. Cada declaración de algún funcionario se choca después con hechos sospechosos en cualquiera de las dos cámaras. Las preguntas sobran y las respuestas parecen ir siempre en la misma dirección.