Santiago Caputo se reunió este jueves con los radicales Mariano Campero y Martín Arjol, dos diputados del quinteto que saltó a la fama cuando cambió su voto para respaldar el veto de Javier Milei contra los aumentos jubilatorios, para acelerar la definición de una estrategia contra ley de reforma al reglamento de los DNU.
Como el gobierno descuenta que ese proyecto será aprobado tanto en Diputados como en el Senado, el asesor estrella del Presidente ya empezó a trabajar para reunir a los 87 legisladores que se precisan para bloquear la insistencia opositora en el recinto, después que el Jefe de Estado vete la norma.
Aunque fuentes del macrismo y aliados provinciales suponen que el debate podría pasar para el año que viene, el peronismo, el pichettismo y el desprendimiento de los radicales de Facundo Manes, bautizado como Democracia para Siempre, obtuvieron dictamen este miércoles para darle tratamiento en la próxima sesión. Por eso, Campero y Arjol fueron a Balcarce 50: «necesitamos discurso para defender al gobierno», dicen.
En el oficialismo se encendieron todas las alarmas cuando el PRO, que retiró su apoyo al dictamen de rechazo libertario cuando se enteró que Martín Menem iba a hacer una conferencia de prensa para anunciar un aumento a las universidades a costa de las PASO 2025 y fondos provinciales, dejó trascender que podían quitarle el cuerpo a la ley. Como informó LPO, para los diputados liderados por Cristian Ritondo es difícil oponerse a una modificación que reclamaron desde que se sancionó el proyecto original, por impulso de Cristina Kirchner.
Si bien en el Congreso comentaban este viernes que Mauricio Macri finalmente ordenaría a su tropa parlamentaria que acompañe la posición de Milei, la discusión está cruzada, entre otras cosas, por las concesiones que haga o no el oficialismo en materia presupuestaria. Pese a la incipiente coordinación que venían construyendo los libertarios y los macristas, junto a los desarrollistas del MID, para derivar eventualmente en un interbloque, esta semana se suspendió el encuentro semanal por el malestar de los aliados.
El ex Presidente también escuchó el jueves pasado, durante la exposición de Rogelio Frigerio ante la Mesa Directiva del PRO, el informe y los 5 puntos que demandan los gobernadores para el Presupuesto 2025. Y ya en la reunión de bloque de este martes, Macri dijo que «la paciencia se agota», tal como reveló LPO, cuando sus legisladores plantearon la incomodidad del rechazo a las modificaciones del reglamento de los DNU.
Con todo, los libertarios tendrán que esforzarse para juntar 87 voluntades que blinden el veto presidencial, si ambas cámaras aprueban el expediente consensuado por la oposición.
Por empezar, el PRO cuenta con 37 bancas pero dos las ocupan Héctor Baldassi y Álvaro González. Ninguno de los dos, que responden a Horacio Rodríguez Larreta, estuvo siquiera en la reunión con Macri.
En tal contexto, Menem deberá pescar adhesiones en el radicalismo, partido en tres bloques y con la chance de que las reuniones de Caputo con Campero agudicen la crisis en la fracción que todavía lidera Rodrigo De Loredo. Pero también deberá buscarlas entre los diputados sin techo y los de Innovación Federal, que facilitaron con la ausencia de los misioneros y salteños la ratificación del último veto.
La especulación de los impulsores de la iniciativa, pergeñada en recinto por Oscar Agost Carreño en la última sesión, es que los que blindaron el veto a las universidades estarían sufriendo un desgaste. Las sanjuaninas Nancy Picón Martínez y María Moreno, lugartenientes de Marcelo Orrego, sorprendieron en recinto la última vez, cuando anunciaron su voto a favor de las universidades.
La lupa se posará, entonces, sobre los tres tucumanos del bloque Independencia, conducidos por Agustín Fernández. Ese trío responde al gobernador Osvaldo Jaldo, sufrió escraches de los universitarios en su provincia y deliberó hasta último momento cómo votar ante el veto. Al cierre de esta nota, su postura era una incógnita.
Paradójicamente, también en la bancada de Germán Martínez, candidato en la lista del PJ liderada por Cristina Kirchner, hay quienes ruegan que el tema pase para 2025, igual que en el PRO. «Después del manoseo de Cristina con el PJ, no sabemos qué puede pasar con el bloque y las votaciones», dijeron en un despacho peronista.