En las redes sociales, los libertarios señalaron a Mauricio Macri como el autor intelectual de la embestida contra Patricia Bullrich por el ataque con gas pimienta sobre una niña de diez años en la manifestación frente al Congreso.
«Enloqueció por completo Feinmann, la perrita de Macri», escribió El Trumpista y subió el video del conductor del prime time de La Nación + lanzando una fuerte crítica a Bullrich por el accionar de la policía. El posteo lo reprodujo Agustín Romo, un diputado provincial libertario vinculado a la comunicación en redes del gobierno. Romo llamó incluso #EduardoFakeman al periodista.
Luego se sumó El Gordo Dan, mano derecha de Santiago Caputo en la operación de trolls del gobierno. «Hace 4 meses que no hay piquetes por la decisión política y el coraje del Presidente Milei y la habilidad como ministra de Pato Bullrich. Esto deja en claro que la culpa de que durante 4 años no se haya podido solucionar el problema de los piquetes fue del presidente Macri. Y ahí no pedía renuncias. Hay demasiado interés de parte de un sector del PRO que pareciera que quiere que la gestión de seguridad del gobierno fracase», posteó Dan.
Lo cierto es que más allá de la furia de los libertarios con Feinmann, el ex presidente está muy inquieto ante la posibilidad de que Patricia sea confirmada en la jefatura de Gabinete. Es que en caso de asumir en ese cargo, Bullrich digitará buena parte de las firmas y expedientes del gobierno. Macri -aunque suele tomar distancia de Milei- controla espacios importantes. Por caso, toda la estructura de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA).
LPO contó que la ministra aprovechó la internación de Guillermo Francos por un cuadro de gastroenteritis para convertirse en la jefa de Gabinete blue.
Fue la ministra quien reunió a Milei con los cinco diputados radicales que salvaron el veto al aumento de las jubilaciones y luego le llevó a la Rosada a un grupo de senadores. LPO contó que ella estuvo al frente de la reunión y que Francos permaneció callado.
Sin embargo, Patricia resiste a asumir formalmente en ese cargo por temor a que Cristian Ritondo quede como ministro de Seguridad. Sucede que Bullrich y Ritondo eran aliados hasta que el diputado la corrió del PRO bonaerense y recibió una respuesta feroz: echó al secretario de Seguridad, Vicente Ventura Barreiro, que responde a Ritondo, mediante denuncias ante la Oficina Anticorrupción.
La posibilidad de que la segunda en el ministerio, Alejandra Monteoliva, quede al frente de esa cartera pareció quedar descartada este jueves cuando se confirmó que fue la policía quien le tiró gas a la nena de 10 años. Anoche, Monteoliva había estado en los estudios de la señal TN asegurando que el gas había sido arrojado por los propios manifestantes.
Pero, además, asoma otro escollo para su llegada a la jefatura de Gabinete. Sucede que Patricia no tiene un buen vínculo con Santiago Caputo, una de las personas más influyentes sobre el Presidente.
La semana pasada, en una frase que revela la incomodidad en el Gobierno por el rol de Caputo, Patricia dijo que «siempre se forma la figura del monje negro, el Rasputín del gobierno. Le ha tocado a él como le tocó a Marcos Peña, como le tocó a Antonito De la Rúa», afirmó la ministra de Seguridad, poniendo a Caputo en un lugar más que oscuro.
