Ligado durante décadas al matrimonio de Kirchner y al expresidente Alberto Fernández, Carlos Bettini dejó de representar al país desde la embajada argentina en España, espacio que ocupaba durante la gestión del Frente de Todos, con Ricardo Alfonsín como embajador de esa gestión en Madrid.
“No está más. Se le pidió la renuncia en el primer trimestre de gestión de este gobierno”, coincidieron ante LA NACION altas fuentes de la Cancillería con conocimiento de lo que ocurre en la sede diplomática, a cargo ahora del embajador Roberto Bosch, antiguo número 2 de la embajada durante el gobierno anterior.
Con su forzada dimisión, sin derecho a indemnización según fuentes oficiales, Bettini puso fin a un largo vínculo formal con la embajada argentina en España, ya que a sus 11 años como embajador formal en ese país (2004-2015), se le sumaron sus años como asesor contratado en temas económicos, durante la gestión de Ricardo Alfonsín como embajador en ese país. “Era empleado local durante la gestión anterior. Asesoraba a la embajador”, dijeron desde la embajada argentina en Madrid.
El viejo amigo de Cristina y Néstor Kirchner y militante de la organización Montoneros en los años 70 se exilió en España durante la última dictadura militar. Ya con el regreso de la democracia en la Argentina, en diciembre de 1983, se mantuvo cerca de la expresidenta María Estela “Isabel” Martínez de Perón y trabó una gran amistad con el entonces presidente español, Felipe González.
Empresario y sindicado por la oposición como lobbista de compañías ibéricas, la vinculación de Bettini con la embajada en España ya había sido tema de discusión mediática en 2022, cuando LA NACION publicó que aún continuaba como gestor de inversiones españolas, mientras desde la embajada no confirmaban ni desmentían el vínculo. Fuentes bien informadas aseguraban por entonces que Bettini percibía honorarios similares a los de un embajador por sus servicios, vinculados al mundo empresarial, y que sostenía reuniones con el embajador en la residencia oficial, por lo general lejos de la delegación diplomática.
Bettini y Alberto Fernández sostuvieron una relación de amistad, que tuvo su pico durante los gobiernos kirchneristas y que continuó luego del fin del mandato del Frente de Todos, en España. En enero de este año, por caso, ambos fueron vistos cenando en Narciso, un importante restaurant de Madrid, ciudad a la que el expresidente llegó luego de culminar su mandato, y en la que vivió por varios meses, antes de la denuncia judicial de su exesposa, Fabiola Yañez, por violencia de género.
Con múltiples contactos en la política y la Justicia, su nombre apareció vinculado con el juez federal Ariel Lijo, candidato a juez de la Corte Suprema propuesto por el Gobierno. Tal como publicó LA NACION en junio pasado, Lijo habita el quinto piso de un lujoso edificio de la avenida Alvear, a la altura de la calle Ayacucho, en el barrio de Recoleta. El inmueble, cuyo alquiler costaría entre US$5000 y US$ 7000 por mes, según calcularon los especialistas inmobiliarios consultados, no figura en la declaración jurada de bienes presentada por el magistrado, porque le pertenece, según reconstruyó LA NACION, al propio Bettini. Como en esa oportunidad, Bettini tampoco contestó la consulta de este diario.
La embajada argentina en Madrid fue sede de disidencias durante la gestión de Alfonsín, con Bettini como asesor de la sede diplomática. Federico Polak, antiguo dirigente desarrollista y funcionario de la sede diplomática, presentó en noviembre de 2021 su renuncia al cargo de Representante Especial para la Promoción de la Actividad Empresarial en aquel país. “No es ético percibir una remuneración sin ser útil al Estado”, argumentó entonces quien supo ser el último vocero del expresidente Raúl Alfonsín, para justificar su decisión, aunque los cortocircuitos con el embajador fueron los reales motores de aquella renuncia.
Con la derrota de Fernández y la partida de Alfonsín, en diciembre pasado, los vientos cambiaron para Bettini, quien-al menos en los papeles-ya no representa al país en la búsqueda de inversiones españolas. La canciller Diana Mondino está, hoy por hoy, empeñada en reconstruir los vínculos con España, complicados luego de las declaraciones del presidente Javier Milei contra Begoña Sánchez (pareja del presidente español Pedro Sánchez) en un congreso de Vox. Declaraciones que derivaron en el retiro de la embajadora María Jesús Alonso de la sede diplomática en Buenos Aires.