Impacta el nivel de persecución que está ejecutando el gobierno del Chaco contra los medios y periodistas críticos en la provincia. En los medios públicos es fácil, Marcos Resico controla de manera férrea la línea editorial de la radio y televisión pública chaqueña. La crítica es mala palabra, y punto.
Al resto de los medios, los privados, se los disciplina o se los busca disciplinar vía pauta publicitaria del Gobierno provincial. ¿Cuál es el área encargada de distribuir dicha pauta? La Secretaría de Asuntos Estratégicos, que justamente conduce Resico. ¿Cuál es el criterio para esa distribución? Simple, si sos crítico no hay pauta. Sos complaciente o, al menos, no sos crítico, hay pauta.
No es casual entonces que esta secretaría «estratégica» disponga de un presupuesto imponente para distribuir. Hace poco se le aprobó una enmienda al presupuesto provincial 2024 para reforzar esa partida que fuera aprobada en diciembre del año pasado. Es lógico esto ante el «efecto Javier Milei«, quien devaluó apenas asumió, y generó una inflación mayor a la ya alta inflación que heredó de Alberto Fernández y Sergio Massa. Eso no es lo cuestionable. Sí lo es que en esa enmienda se avaló que tal secretaría de Resico tenga a disposición un total aproximado de 5 mil millones de pesos. ¿Quién controla como se distribuye o se piensa distribuir semejante cantidad de recursos, y sobre todo, el criterio con el que se distribuye o se proyecta distribuir esa masa imponente de dinero? Nadie. Esto puede explicar la forma arbitraria y discriminatoria con la que se viene manejando Resico y compañía.
Para certificar lo que expreso en el párrafo anterior, hago público lo que me dijeron varios directivos de medios o colegas que trabajan en medios críticos: “No nos dan pauta publicitaria”. Incluso hay diarios o programas radiales que habían acordado una publicidad con la secretaría de Resico, pero aunque no cobraron todavía ningún mes de esa publicidad, ya les adelantaron que no le van renovar el contrato publicitario. ¿El motivo? «No me dieron ninguno, pero es por la línea de algunos cuestionamientos que tiene la editorial del diario», contó el dueño de un importante medio gráfico de la provincia.
En la misma línea de este hombre de medios gráficos en Chaco, el dueño de una radio emblemática de Resistencia me decía angustiado: «Ya me avisaron que no me renuevan. No me dieron motivos. Nunca me pasó algo parecido». Cuando le pregunté si el intuye porqué el Gobierno provincial no le renovó la publicidad, su respuesta no deja lugar a ninguna duda: «La línea editorial de los programas es bien plural. Salen todos, incluso la oposición. Los periodistas si tienen criticar al gobierno lo hacen. Y lo hacen seguido. Es por eso», señaló.
Para rematar, un director de un medio digital provincial, pero que tiene ramificaciones en distintos puntos del país, me decía azorado que también le cortaron la pauta. «El gobierno de Leandro Zdero no es que quiere tener la publicidad de su gestión en nuestro medio. Lo que quiere es que no haya ninguna mirada crítica contra su gestión”, aseguró.
Muy lejos está Zdero de cumplir eso que me respondió cuando le pregunté hace 8 meses aproximadamente sobre qué iba a hacer con los medios públicos: «Va a haber más pluralidad de voces, incluso las críticas. Soy un hombre de democracia». Realmente nada de eso se cumple, ya no solo en los medios públicos, sino en la gran mayoría de los medios de la provincia. Si un medio o un periodista que tiene publicidad con el gobierno de Zdero osa tener una línea crítica o da seguido espacio a las voces de la oposición, será «disciplinado» con la quita de la publicidad. No en vano, definí hace un tiempo que Resico es el «Carlos Carossini» de Zdero. ¿Quién lo diría? Zdero emulando el modelo «gestapiano» que tenía la comunicación en la gestión de Ángel Rozas.
La palabra disciplinar es clave. Recuerdo que un importante legislador del interior me dijo hace un par de meses. «Antes de que a usted lo echen de los medios públicos del Chaco ´Somos Uno´, yo escuché en los pasillos de la legislatura que usted iba a ser ´disciplinado´”, me contaba ese diputado. Así, tratándome de usted.
Ante todo este escenario, no es joda cuando digo lo que vengo diciendo sobre mí abrupta expulsión de los medios públicos del Chaco fue todo un símbolo de disciplinamiento que envió el gobierno de Zdero. No, no es joda, ni algo rebuscadamente pomposo, ni tampoco un exceso de autorreferencialidad. No, nada de eso. Lo que está pasando es una grave amenaza a la libertad de expresión. Ni más ni menos que eso.
Por Roberto Espinoza, especial para NOVA