En su último contacto con la prensa, Gustavo Costas había hecho hincapié en la importancia de los tres rivales que debía afrontar Racing en la reanudación de la Liga Profesional (Godoy Cruz, Sarmiento de Junín y Unión de Santa Fe). Es que el técnico de la Academia recordó que esos mismos rivales fueron los que privaron al conjunto de Avellaneda de llegar a los playoffs de la Copa de la Liga el semestre pasado, dado que las inesperadas derrotas en el Cilindro ante esos equipos provocaron la prematura eliminación.
De gran producción en la goleada frente al Tomba el sábado pasado, el combinado albiceleste se presentó al Eva Perón con la intención de sumar una nueva victoria para escalar momentáneamente a la cima del campeonato. Sin embargo, la llamativa actitud de algunos intérpretes provocó que el elenco de Israel Damonte se pusiera en ventaja a través de Ezequiel Naya.
Si bien la visita había amenazado a Lucas Acosta con las intervenciones de Maravilla Martínez y Maxi Salas, el Verde sorprendió al Primer Grande en una escena desafortunada para Gabriel Arias, dado que un rebote descolocó al arquero y cuando el neuquino quiso reaccionar ya era demasiado tarde. A partir de ese instante, Racing entró en un desconcierto generalizado que lo privó de generar ocasiones de riesgo para llegar a la igualdad. Lo llamativo es que en el ciclo de Costas, la Academia jamás pudo revertir un resultado adverso. Y en Junín no fue la excepción. El semblante de preocupación se instaló en la irregularidad en los de Avellaneda, mientras que para Sarmiento el triunfo significó una inyección anímica en su lucha por evitar el descenso. Otra vez, el Verde superó a uno de los candidatos a pelear por el título.