Los gendarmes controlaron un vehículo con apoyo del perro de la Fuerza “Zipi”, que reaccionó ante la posible existencia de estupefaciente en la parte trasera de una Toyota Hilux.
El vehiculo estaba acondicionado para el traslado de detenidos.
Tras realizar la apertura de la misma, hallaron la droga acondicionada en paquetes rectangulares amarillos.
Hay dos detenidos y un profugo que cubrio su huida con disparos.
Efectivos de la Sección “Control de Ruta 34” en conjunto con miembros de la Sección Investigación Antidrogas, dependientes del Escuadrón 54 “Aguaray”, mientras realizaban un control vial sobre la Ruta Nacional Nº 34, a la altura del kilómetro 1.466, detuvieron la marcha de un vehículo oficial acondicionado para el traslado de detenidos, conducido por un hombre mayor de edad acompañado de otro ciudadano.
Al momento de la apertura de la compuerta trasera del rodado, descendió del vehículo un tercer acompañante, quien en ese instante emprendió la huida hacia la zona montuosa realizando detonaciones hacia los gendarmes con su arma. Luego de asegurar la zona, los uniformados continuaron con las actividades de rigor en presencia de testigos.
Los funcionarios controlaron el rodado con apoyo del can “Zipi” detector antidrogas, que reaccionó como usualmente lo hace al estar en presencia de estupefaciente en la parte trasera del rodado, tras realizar una búsqueda “punto a punto” sobre el mismo.
Con orientación de la Fiscalía Federal de Tartagal, se realizó una inspección minuciosa del rodado que resultó en el hallazgo de ocho cajas de cartón envueltas en bolsas de arpillera con 400 paquetes de plásticos color amarillo cuyas pruebas de campo determinaron la existencia de “Clorhidrato de cocaína” con un peso total de 420 kilogramos.
El Magistrado interviniente dispuso la detención de dos ciudadanos en carácter de incomunicados y el secuestro de la droga, del rodado y demás elementos de interés para la causa, en infracción a la ley 23.737 de “Estupefacientes”.