Camila Gómez fue la testigo menos pensada en la investigación por la desaparición de Loan Danilo Peña. Ella tomó protagonismo en la causa cuando se presentó ante la Justicia para desmentir a Laudelina, la tía del pequeño que aseguró que al nene lo atropellaron María Victoria Caillava y Carlos Pérez.
Ahora, la prima de Loan asegura que vive un calvario en su propia casa, porque todo el tiempo recibe amenazas. “Nos quieren hacer callar”, aseguró la mujer antes de relatar lo que le sucede desde que decidió declarar.
Camila tiene miedo. Según contó teme de muchas cosas, por un lado, su mayor preocupación es que pueda pasarle algo a su pequeña hija. Ella está segura que el día que desapareció Loan, también pudo haber sido su nena la que esté en ese lugar. Además, la aterra que puedan hacerle algo a ella o a alguien de su familia, con el objetivo de hacerlos callar.
El doloroso relato de la prima de Loan
“Espero que se termine todo esto. Porque a mí me duele ver a la familia de lejos, en la manifestación, me duele la forma en la que están sufriendo. Me duele ver a los hermanos, a la mamá y al papá. Imaginate mi nena, que me pregunta una y otra vez si él va a volver. Y no sé qué decirle”, dijo este viernes, en una entrevista con C5N en la que se la vio rodeada de los asesores y psicólogos que la acompañan.
En ese momento, la esposa de Diego “El Huevo” Peña, primo de Loan, rompió en llanto y se secó las lágrimas con un pañuelo. “Quiero encontrarme con María. Pero no sé qué palabras decirle cuándo me la encuentre de frente”, agregó sobre su deseo de reunirse con la mamá del pequeño que se encuentra desaparecido hace 23 días.
La prima de Loan, que ya había declarado ante el fiscal del caso, Mariano de Guzmán, amplió su testimonio este jueves ante la jueza Cristina Elizabeth Pozzer Penzo, “de mujer a mujer”, en el juzgado de Goya.
Camila aseguró que vive amenazada
En la entrevista, Camila contó que vive en estado de alerta desde que alzó su voz y relató los extraños movimientos que observó en las inmediaciones de su casa en los últimos días.
“Tengo miedo de que nos quieran hacer callar. ¿Por qué lo digo? Porque ayer hubo personas que vinieron supuestamente a buscarme, a pedirme. Hay vehículos que pasan, bajan el vidrio de adelante, te observan, se van. Es como que están marcando. No sé qué quieren hacer”, reveló la testigo clave.