El impacto de varios proyectiles rusos en una zona de viviendas de la ciudad de Kharkiv, noreste de Ucrania, dejó la muerte de al menos tres civiles y 19 heridos, según informaciones preliminares de las autoridades ucranianas.
“Los terroristas rusos han atacado Kharkiv con bombas aéreas guiadas otra vez. Por desgracia, han caído en un edificio de viviendas”, escribió el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en sus redes sociales.
“Por el momento hay 19 heridos y tres muertos. Mis condolencias a todos los que han perdido seres queridos”, agregó.
Zelensky aprovechó la ocasión para pedir de los aliados de Ucrania “decisiones valientes” que permitan destruir los aviones de combate rusos “allá donde estén”, en referencia al territorio ruso.
“Ya hemos demostrado que es posible proteger las vidas de la gente del terror de los misiles, en particular limpiando las zonas fronterizas de lanzamientos terroristas. Hace falta también protección contra las bombas”, afirmó aludiendo a la reciente decisión de los aliados de Kiev de permitir ataques contra objetivos en suelo ruso en las inmediaciones de la provincia de Kharkiv.
Por su parte, el gobernador regional, Oleg Synegubov, escribió en Telegram que los soldados rusos “golpearon un edificio residencial con bombas guiadas” el sábado por la tarde. En un primer balance, dijo que los muertos eran dos y los heridos 15. Luego se confirmó que tres personas perdieron sus vidas y 19 resultaron heridas.
Este ataque ruso contra Kharkiv se produjo luego de que Ucrania denunciara un ataque “masivo” durante la noche de este viernes, dirigido a instalaciones de infraestructura energética en el oeste y sur del país. Según el Ministerio de Energía ucraniano, este bombardeo fue el octavo de gran envergadura que enfrenta el país en los últimos tres meses.
Durante el ataque, las instalaciones del operador Ukrenergo en las regiones de Zaporizhzhia y Lviv resultaron dañadas. Dos empleados de la central nuclear de Zaporizhzhia fueron heridos y trasladados al hospital a causa del bombardeo. La empresa DTEK, la mayor compañía energética privada de Ucrania, comunicó que los ataques causaron “daños graves” en una de sus plantas.
Más de dos años después del inicio de la invasión rusa, los ataques con misiles y drones han mermado significativamente la capacidad de generación de electricidad de Ucrania, obligando a Kiev a imponer cortes eléctricos e importar suministros desde la Unión Europea.
Las autoridades ucranianas señalaron que en un ataque previo, otro aspecto crítico de la infraestructura energética, incluida una central eléctrica, sufrió graves daños, dejando a siete empleados heridos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, indicó que estos ataques han destruido la mitad de la capacidad energética del país. “Estamos haciendo todo lo posible para asegurar que los intentos rusos de chantajearnos con el calor y la electricidad fracasen”, afirmó.
Subrayando la gravedad de la situación, Maxim Timchenko, director ejecutivo de DTEK, advirtió sobre la grave crisis que puede enfrentar Ucrania este invierno si los aliados occidentales no proporcionan ayuda militar para defender la red energética. “Nos enfrentamos a una crisis seria este invierno”, alertó.
Zelensky ha reiterado en múltiples ocasiones su llamado a los aliados de Ucrania para que envíen más sistemas de defensa aérea con el fin de proteger la infraestructura vital del país.