Los pasajeros de un avión del Austrian Airlines se llevaron un gran susto luego de que la aeronave se tope con una tormenta de granizo que destruyó el fuselaje y el parabrisas por completo. Los tripulantes de la cabina aseguran que en el radar no aparecía nada.
El Airbus SE A320, que despegó en Palma de Mallorca, estaba a punto de aterrizar en la ciudad de Viena hasta que chocó con una “célula de tormenta” de granizo. Según informó la compañía austríaca, el frente quedó totalmente dañado.
El impacto contra el fenómeno natural fue tan violento que agrietó los cristales del parabrisas, dobló la parte superior de la cabina y destrozó el morro de la aeronave. En el interior del avión se vivieron momentos de pánico y los pilotos emitieron un mensaje de mayday mientras descendían.
Para el alivio de todos, el aterrizaje se hizo sin problemas en el aeropuerto de Viena-Schwechat y ninguno de los pasajeros resultó herido. “El Airbus quedó atrapado en una tormenta durante su aproximación a Viena, que según la tripulación de la cabina no era visible en el radar meteorológico”, informó Austrian Airlines.
Además, explicaron que la aeronave tiene 23 años de antigüedad y será revisada para realizar una evaluación de daños específicos. En las imágenes que se compartieron en las redes sociales se pueden ver todas las abolladuras que sufrió el frente y cómo quedó el SE A320.
Emmeley Oakley, una pasajera que estuvo en el vuelo habló con el medio estadounidense ABC News sobre lo ocurrido: “Creo que estábamos a unos 20 minutos de aterrizar cuando nos encontramos con una nube de granizo y una tormenta eléctrica, y empezaron las turbulencias”.
“Pudimos sentir el granizo cayendo sobre el avión y fue bastante ruidoso y, por supuesto, muy rocoso durante un minuto”, agregó. También, la mujer mencionó que la aeronave tardó unos dos minutos o menos en atravesar este fenómeno natural.
Oakley dijo que algunas personas gritaron y que los auxiliares de vuelo intervinieron para ayudar. “La tripulación de la cabina hizo un gran trabajo para calmar a la gente”, aseguró. “Fue un vuelo bastante tranquilo durante el 90% del trayecto”, expresó. Por último, la pasajera destacó que los pilotos controlaron la situación de una forma excelente.
Este accidente se suma a otros dos que ocurrieron el mes pasado debido al clima. El primero se informó el 21 de mayo cuando un avión de Singapore Airlines sufrió unas fuertes turbulencias y debió hacer un aterrizaje de emergencia. El 26 de mayo un Boeing 787 Dreamliner de Qatar Airways tuvo el mismo problema, pero al llegar al destino, había 12 personas heridas, de las cuales 8 fueron hospitalizadas.