Los madrugadores disfrutan de ciertos procesos químicos que protegen el corazón. Según un estudio realizado por la American Heart Association, durante las primeras horas de la mañana, el cuerpo produce altas concentraciones de adrenalina y recibe disparos de cortisona, hormonas que actúan como recargas energéticas. Estos procesos no solo ayudan a despertar el organismo, sino que también estimulan el funcionamiento del corazón, reduciendo significativamente las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco en ese periodo.
No olvidemos que madrugar tiene que ir acompañado de un buen descanso. “Dormir bien todas las noches es vital para la salud cardiovascular. Los adultos deberían apuntar a un promedio de 7 a 9 horas, mientras que los bebés y los niños necesitan más horas de sueño según la edad”, explica el expresidente de la American Heart Association y titular del Departamento de Medicina Preventiva, Donald M. Lloyd-Jones. ”Desafortunadamente, sabemos que una de cada tres personas no duerme la cantidad de horas recomendada cada noche”, agrega.
Los beneficios cardíacos de madrugar
El riesgo de sufrir un ataque cardíaco varía significativamente a lo largo del día. Durante las primeras horas de la mañana, el cuerpo experimenta un aumento en la producción de adrenalina y cortisona, dos hormonas que proporcionan una recarga energética esencial para el buen funcionamiento del corazón. Este aumento hormonal no solo ayuda a los madrugadores a empezar el día con energía, sino que también reduce las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco en este período.
La cardióloga y presidenta de la Asociación Cardiovascular Americana, Martha Gulati, explica que “la adrenalina y la cortisona son cruciales para preparar al cuerpo para el día que comienza. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial de manera controlada, lo que mejora la circulación sanguínea y la salud del corazón”.
En contraste, el estudio revela que el riesgo de ataques cardíacos aumenta significativamente entre las cinco de la tarde y las ocho de la noche. Esta tendencia parece estar vinculada a la rutina y el estrés acumulado durante el día. Aunque no se han identificado todos los factores exactos que desencadenan los ataques cardíacos vespertinos, se sugiere que las actividades y hábitos durante estas horas juegan un papel crucial. Es fundamental para la salud cardiovascular adoptar hábitos de vida saludables que ayuden a reducir el estrés y mantener un equilibrio adecuado en la rutina diaria.
El destacado cardiólogo norteamericano Basil Margolis destaca que muchas personas llegan al final del día extremadamente estresadas, y para relajarse, a menudo recurren a hábitos poco saludables como el consumo excesivo de café, cigarrillos y alcohol. “Una seguidilla de factores de riesgo que preparan el terreno y lo dejan libre de obstáculos para el infarto” comenta Margolis.
Estrategias para proteger el corazón
Para minimizar el riesgo de ataques cardíacos, es esencial adoptar hábitos saludables a lo largo del día. Aquí algunos consejos prácticos:
- Dormir bien. Asegurarse de obtener suficientes horas de sueño reparador es crucial para mantener la salud general y el bienestar del corazón.
- Mantener una rutina de ejercicio regular. El ejercicio moderado a diario puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la salud cardíaca. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones.
- Evitar el consumo excesivo de café y alcohol. Moderar la ingesta de estimulantes y depresores puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control y reducir el estrés en el corazón.
- Gestionar el estrés de manera efectiva. Técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness pueden ser útiles para reducir el estrés acumulado durante el día.
- Mantener una dieta equilibrada. Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede fortalecer el corazón y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Hidratación adecuada. Mantenerse bien hidratado es crucial para la salud del corazón. El agua ayuda a mantener el volumen sanguíneo y facilita la función cardiovascular. Evitar las bebidas azucaradas y optar por agua, té verde o infusiones de hierbas puede ser beneficioso.
- Realizar chequeos médicos regulares. Las visitas periódicas al médico pueden ayudar a detectar y manejar factores de riesgo antes de que se conviertan en problemas graves. Los chequeos preventivos son una herramienta poderosa para mantener la salud cardíaca.