Tres de cada diez ciudadanos de Ecuador no tiene acceso o no utiliza los productos financieros básicos. El problema afecta particularmente a los pobladores de las provincias rurales y menos habitadas del país, donde la falta de infraestructura adecuada limita la cobertura bancaria. En estas áreas se observa la preferencia por los pagos en efectivo y la aversión al uso de tarjetas y transacciones móviles.
El estudio Avances de la Inclusión Financiera en el Ecuador 2023, realizado por la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD), analiza la evolución del sistema financiero y su impacto en la población a lo largo de los últimos tres años. La exclusión financiera, según el informe, se debe principalmente a las brechas de atención en las provincias menos pobladas y alejadas, donde las condiciones de infraestructura son deficientes. Por ejemplo, las personas en zonas rurales deben desplazarse a otras localidades, lo que implica mayores costos y esfuerzos.
El estudio de la RFD también revela que, tras el levantamiento de las medidas contra la pandemia del COVID-19, ha resurgido una preferencia por los canales físicos sobre los electrónicos, tendencia más pronunciada entre mujeres, jóvenes y adultos mayores. Además, se indica que el 31% de la población adulta no accede a créditos bancarios, más del 60% no ahorra debido a las dificultades económicas y laborales, y sólo el 26% de los que ahorran lo hace dentro del sistema financiero. Estos datos subrayan la importancia de implementar estrategias para cerrar las brechas de inclusión financiera y fomentar el uso de servicios financieros formales en todo el país.
Por otro lado, las cifras de transacciones bancarias en Ecuador reflejan una marcada inclinación hacia la presencialidad. En febrero de 2024, se realizaron 104 millones de transacciones en oficinas, 23 millones en cajeros automáticos, 17 millones a través de tarjetas de crédito, 15 millones mediante corresponsales no bancarios y otras 15 millones con tarjetas de débito, según datos de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ASOBANCA). Este fenómeno coloca a Ecuador en una posición destacada en términos de puntos de atención financiera por cada 100.000 habitantes, aunque todavía es superado por países como Colombia, Perú y Honduras.
Colombia lidera este ranking con 587 puntos de atención financiera por cada 100.000 habitantes, respaldado por 29 bancos que ofrecen servicios presenciales, según la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria). Perú, con 503 puntos de atención financiera y 19 entidades bancarias, ocupa el segundo lugar. Honduras, con 348 puntos de atención financiera por cada 100.000 habitantes y un sistema compuesto por quince bancos comerciales, se sitúa en el tercer lugar. Ecuador, con 235 puntos de atención financiera por cada 100.000 habitantes y una población de 16,9 millones de personas, se encuentra en la cuarta posición, equivalente a aproximadamente 40.000 puntos de atención financiera a nivel nacional, según recogió Forbes Ecuador.
En este contexto, un estudio conjunto de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo, la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y Equifax, publicado en enero de 2024, reveló que un número creciente de personas está recurriendo al endeudamiento para cubrir sus gastos de consumo, sin contar con ahorros y sin prever posibles imprevistos o crisis futuras. Estos “imprevistos”, como apagones o aumentos de impuestos, han provocado una caída en el consumo y complicaciones en las finanzas de familias y empresas. Desde el segundo semestre de 2023, se ha registrado un aumento en los niveles de morosidad en la cartera crediticia de bancos y cooperativas.
La baja bancarización ayuda al narco
El narcotráfico es la principal expresión del crimen organizado en Ecuador: con un 23% de incidencia, seguido del lavado de activos con un 17%, la corrupción en todas las instituciones del Estado con un 16%, el tráfico de armas con 10% y finalmente el tráfico de hidrocarburos relacionado al narcotráfico con el 9%, según señala un estudio del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO). Un estudio de la Policía Nacional indicó que la dolarización y la baja bancarización facilita la transacción de las actividades ilícitas y el lavado de dinero.
El estudio del OECO determinó que el comportamiento autónomo y diferenciado entre economías criminales y lavado de activos tiene al menos dos lógicas en Ecuador: “La primera de ellas es que en aquellos territorios donde se presenta un alto flujo de comercialización de ilícitos como las fronteras terrestres y puertos artesanales, las organizaciones no tienen incentivos para generar esquemas de lavado de activos dentro de estos territorios. Segundo, el lavado de activos por lo general se concentra en aquellos entornos donde existen economías o industrias históricamente constituidas que facilitan la apariencia de legalidad”.
Asimismo, entre mayor es la desigualdad de ingresos en una provincia con puertos marítimos internacionales, mayor es la oportunidad de generar actividades o empresas para lavar dinero.