Guillermo Francos se sintió reivindicado luego de que la Cámara de Diputados aprobara la ley ómnibus entera y con comodidad, tras meses de estar en medio de la línea de asedio de Javier Milei contra los gobernadores y la oposición.
«Ganó la política», dijeron a LPO en el entorno del ministro del Interior, que luego de la caída de la primera versión de la ley siguió reuniéndose con los gobernadores y los diputados que permitieron la media sanción.
En la Rosada reconocieron que el resultado de este martes fue el fruto de una estrategia con «menos trolls y más política». En la versión anterior, el gobierno había subestimado a los bloques que ahora fueron claves para avanzar con la ley e incluso los había tachado de «traidores a la patria».
En este segundo intento hubo cambios tanto desde la negociación política, que permitió a los opositores amigables colar decenas de modificaciones al proyecto del Ejecutivo, como desde la «estrategia digital». Los trolls levantaron el pie del acelerador, así como el propio presidente, que aflojó con los agravios personalizados a los diputados.
Milei reconoció a Miguel Pichetto, Cristian Ritondo y Rodrigo de Loredo en tuiter. Los jefes de bloque de Hacemos, el PRO y la UCR fueron fundamentales para que la magra bancada libertaria alcanzara el número para votar la ley en su totalidad.
Tras el triunfo parlamentario, Francos se abrazó con el vicejefe de gabinete, José Rolandi, el otro funcionario que participó de las negociaciones y fue reconocido por los bloques «dialoguistas». «Aprendió», dijo a LPO uno de los diputados que fue clave en las negociaciones con la Rosada.
