Como consecuencia de la sequía, el Gran Rosario cayó del segundo al tercer puesto del ranking de nodos portuarios agroexportadores del mundo en 2023.
Según analizó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), con un total embarcado de 42,4 millones de toneladas de granos, aceites y subproductos, el gran nodo portuario argentino quedó por detrás del distrito aduanero estadounidense de Nueva Orleans, y del puerto brasileño de Santos.
“El impacto de la histórica sequía que afectó a la producción de granos argentinos en la campaña 2022/23 hizo mella en los números de embarques durante el último año, empujando al Gran Rosario a ceder el segundo puesto en el ranking que había obtenido entre los años 2020 y 2022″, señaló el informe elaborado por los analistas Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré.
En Argentina, la logística de granos y subproductos a granel se organiza en dos zonas portuarias principales. Por un lado, la región del sur de la provincia de Buenos Aires, que abarca los puertos de Necochea/Quequén y Bahía Blanca; por el otro la zona de los puertos fluviales del Paraná, con el Gran Rosario, que abarca las terminales portuarias ubicadas sobre 70 kilómetros de costa del Río Paraná desde Arroyo Seco hasta Timbúes (también denominada Zona Up-River Paraná), erigiéndose como el principal nodo portuario. En este polo exportador se encuentran terminales portuarias que operan distintos tipos de cargas, en donde se despachan granos, aceites y subproductos a todo el mundo.
Desde el Gran Rosario salieron en 2023 más del 75% del total de productos agroindustriales despachados desde puertos argentinos, mientras que el segundo lugar lo ocupó el puerto de Bahía Blanca con el 12,5%.
Argentina, usualmente, se encuentra tercera en el ranking de exportadores de commodities agrícolas a nivel global, por detrás de Estados Unidos y Brasil. Sin embargo, en la última campaña quedó en el quinto lugar por detrás de Rusia y Ucrania.
Desagregando por complejo, la caída productiva de soja en la campaña anterior decantó en una merma en los despachos del complejo y llevó al Gran Rosario a quedar en el cuarto puesto en el ranking de exportaciones de productos, por debajo de Nueva Orleans, Paranaguá y Santos. Los despachos de la oleaginosa y sus derivados desde las terminales portuarias de la región alcanzaron 21,8 millones de toneladas en el último año, muy por debajo de las 32,7 millones que se habían despachado en el año previo.
Además, en los años anteriores, solamente con los embarques que salieron del Gran Rosario, Argentina se había colocado en el tercer lugar superando al resto del mundo en volumen despachado. Es por ello que en los análisis realizados años previos, el enfoque estaba puesto únicamente en la comparativa entre puertos argentinos, estadounidenses y brasileños.
Sin embargo, tal como se mencionó, en el último año salieron del Gran Rosario un total de 42,4 millones de toneladas, un volumen inferior al despachado por Rusia, Ucrania, Australia y Canadá. Por este motivo, para el 2023 no es posible centrar el foco sólo en los 3 países americanos, y debe ampliarse el análisis a estos otros 4.
Desagregando por complejo, la caída productiva de soja en la campaña anterior decantó en una merma en los despachos del complejo soja y llevó al Gran Rosario a quedar en el cuarto puesto en el ranking de exportaciones de productos de este complejo, por debajo de Nueva Orleans, Paranaguá y Santos. Los despachos de la oleaginosa y sus derivados desde las terminales portuarias de la región alcanzaron 21,8 millones de toneladas en el último año, muy por debajo de las 32,7 millones que se habían despachado en el año previo.
En cuanto al complejo maíz, los puertos rosarinos embarcaron un volumen de 17,6 millones, bien por debajo de las 26,9 millones del 2022. No obstante, esto le valió para situarse como el tercer principal polo maicero del mundo, por detrás de Santos y Nueva Orleans, y apenas por arriba del puerto de Belem.
En lo que respecta al complejo trigo, las exportaciones argentinas se desplomaron a un mínimo en varios años producto de la magra producción, por lo que los embarques cayeron de 8,4 millones en el 2022 a 1,6 millones en el 2023, lejos del volumen embarcado por otras regiones portuarias. Otro tanto ocurre con los despachos de otros cereales y otras oleaginosas.