En menos de un mes, la ciudad de Córdoba volvió a ser escenario de un hecho macabro con características similares: el hallazgo de un cadáver dentro de un freezer. En esta oportunidad, la víctima fue Mario Antonio Albornoz, un hombre de 53 años quien fue encontrado muerto por su hermano en una casa del barrio Alto Alberdi.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que el cuerpo de la víctima fue descubierto anoche, hacia las 21.40, en un domicilio ubicado en la calle Santa Rosa al 3315. Según dijo el familiar, no sabía nada de su hermano desde hacía varios días, por lo que se acercó hasta el domicilio para saber qué ocurría.
Al consultarle a una vecina, la mujer también le indicó que la última vez que lo vio había sido el lunes pasado, por lo que le permitió acceder a la vivienda de Mario a través del patio. Fue en ese momento que observó el cadáver de su hermano dentro del freezer cubierto con una almohada y una manta. De inmediato llamó al 911 y contó toda la secuencia.
De acuerdo con las fuentes del caso, el testigo reveló que su hermano le subalquilaba una habitación a un hombre identificado como Fabián, quien por el momento no pudo ser encontrado. Hasta ahora sería la única pista. En ese sentido, indicaron que por el momento todo haría suponer que se trató de un asesinato relacionado a cuestiones personales de la víctima y no a un hecho de inseguridad.
En ese sentido, indicaron que todavía se desconocen las causas de la muerte y se realizan peritajes en el lugar. Además, se espera el resultado del examen de autopsia para saber cómo lo mataron. La investigación quedó a cargo del Fiscal de Instrucción Guillermo González. Al lugar concurrió también la Brigada de Investigaciones y personal de Bomberos, quienes fueron los encargado de abrir la puerta delantera del domicilio para poder entrar.
Respecto a la víctima, de acuerdo con registros previsionales, estaba adherido a la Obra Social de la Cámara de Empresarios de Agencias de Remises de la Provincia de Buenos Aires. Trabajó en empresas de seguridad y tenía un hijo de 21 años. Vivía solo.
Raúl, un vecino que estuvo junto a la policía, contó a la radio Cadena 3 que es “terrible todo lo que pasó” y que en el barrio están todos conmocionados porque lo conocían. “El domingo le mandé un mensaje pidiéndole una remachadora y nunca me contestó, me parecía que había algo raro por la mugre de los perros en el patio”, indicó.
El caso de Thiago, hallado dentro de un freezer
El caso de Albornoz se suma al reciente hallazgo de Thiago, un chico de 13 años que fue también encontrado muerto dentro de un freezer.
El hecho sucedió a finales del mes pasado en una vivienda ubicada en calle 28 de Julio al 3780, en el barrio Panamericano de la capital provincial. De manera urgente, una ambulancia se dirigió al domicilio y el niño fue trasladado al Hospital de Niños la Santísima Trinidad. Una vez allí, los médicos de turno intentaron reanimar al pequeño pero desafortunadamente no pudieron lograrlo.
“Ocurrió como a la 1 de la madrugada. Yo me levanté a bañarme porque era sofocante el calor que hacía y los mosquitos. En ese momento que me levanté me agarró como una corazonada de madre, me fui a bañar, mi mamá empezó a apagar las luces de toda la casa y se le da por abrir el freezer y encontramos a mi hijo adentro, con espuma en la boca”, dijo Belén, la madre del menor, en diálogo con el noticiero “Arriba Córdoba” (El Doce).
Durante su relato de los hechos, Belén contó el último ruego que le hizo su hijo antes de morir. “Se despidió porque cuando le dije ‘papá, no me dejes sola’, él abrió los ojos como diciendo ‘dejame’. Ya estaba todo morado y al ratito me llamaron para decime que no se podía hacer más nada”, recordó con evidente angustia.
En cuanto a la hipótesis sobre la causal de muerte del menor, Belén estimó que su hijo “se metió bañado al freezer, lo agarró la corriente y no pudo hacer más nada”. Horas después del hallazgo, la bisabuela del menor se descompensó al enterarse de la noticia durante una entrevista radial y falleció de un infarto.
La causa está en manos de la fiscal de instrucción Claudia Palacios, quien lleva adelante la investigación junto con su equipo de trabajo y el área Homicidios de la Policía de Córdoba. La autopsia al cuerpo no reveló conclusiones determinantes. Un familiar del menor, señalado por la madre, fue considerado como sospechado en el expediente, una figura permitida por el Código Procesal cordobés.