La Fiscalía de Brasil definió este miércoles imputar a Jair Renan Bolsonaro, el menor de los hijos del ex mandatario, por fraude y lavado de dinero en operaciones para obtener préstamos bancarios. Precisamente, la denuncia presentada ante un tribunal ordinario en contra del joven de 25 años sostiene que éste falsificó los datos de facturación de RB Eventos E Mídia, la empresa de eventos en la que oficiaba de socio, inflando los números y pudiendo, así, acceder a al menos tres créditos.
El dinero en cuestión fue otorgado recientemente, entre 2022 y 2023, y suma un total de 700.000 reales, es decir, unos USD 142.857. La causa fue iniciada en agosto pasado y, desde entonces, ya se han realizado allanamientos en sus oficinas y sus dos departamentos.
El menor de los Bolsonaro, que siempre se mantuvo alejado de la política y, en cambio, es conocido en Brasilia por ser un “organizador de eventos” y un hombre de negocios, declaró ante las autoridades que no reconocía las firmas en la documentación de la compañía aunque los testimonios de un experto, testigos y hasta imágenes de su aplicación bancaria desmintieron su palabra.
No obstante, esta no es la primera vez que es investigado por la Justicia brasileña. En 2021, cuando su padre aún era Presidente, fue puesto bajo la lupa de las autoridades por supuesto tráfico de influencias luego de que una productora que ofrecía servicios al Gobierno realizara un trabajo durante la fiesta de inauguración de una de sus empresas, sin cobrarle. Tiempo más tarde, el caso fue archivado por falta de pruebas.
Pero no es sólo Jair Renan quien enfrenta procesos ante las autoridades. El ex mandatario también está siendo investigado por múltiples causas, entre ellas el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado en la capital, con el objetivo de impedir la investidura de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva. También fue objeto de polémica en una causa que lo señala de apropiación ilegal de valiosos regalos que le fueron otorgados en viajes oficiales que, por tanto, debería haber entregado al Estado al concluir su mandato, y el caso en torno al fraude de certificados de vacunación.
La víspera se conoció que la Policía de Brasil presentó cargos contra Bolsonaro por la falsificación de las pruebas de inoculación contra el coronavirus, en un momento en el que éste se negaba a recibir las dosis pero las necesitaba para viajar al extranjero. La decisión de las autoridades se basó en indicios de asociación para delinquir y el uso de datos falsos relacionados a una red ilícita de la que, supuestamente, participaron militares, asesores, políticos y médicos.
Tras esta presentación, ahora la Fiscalía deberá analizar las conclusiones y decidir si avanzar y presentar una demanda formal ante la Justicia contra el ex mandatario.
Por su parte, fiel a su estilo, el equipo de defensa de Bolsonaro criticó la “filtración” a los medios del dictamen de la Policía y aseguró que “es lamentable cuando las autoridades utilizan la prensa para comunicar un actor formal que lógicamente debería tener un revestimiento técnico y procesal y no mediático y parcial”.