A diferencia de lo que ocurrió durante buena parte del año pasado, en el que la expectativa de una disparada de precios inminente robusteció ventas de productos de consumo masivo en modo stockeo para anticiparse a las subas, ese comportamiento cambió drásticamente a partir de diciembre. Inflación y consumo volvieron en estos meses al comportamiento inversamente proporcional. A mayor inflación, menor consumo.
Sin embargo, a pesar de que las expectativas indican una baja de la inflación hacia mayo e, incluso, las mediciones preliminares de febrero señalan un nivel entre 15% y 17%, las ventas en supermercados y mayoristas siguen a la baja. Más aún, en el sector prevén que ese escenario empeorará entre febrero y abril.
Los datos de nivel de consumo de febrero de las consultoras privadas aún están en proceso pero la información ya recabada de las primeras dos semanas del mes anticipan que se mantuvo la tendencia negativa, al menos respecto del año pasado, según confiaron en una de las principales empresas que elabora la medición. En enero, la caída de ventas fue de 3,8%, con mayor impacto en los supermercados mientras que en los autoservicios o comercios de cercanía se registró una mucho mayor estabilidad. Es que, en este último caso, el piso de comparación es bajo ya que este segmento sufrió una notable pérdida de participación como canal de ventas en detrimento de los supermercados donde, hasta noviembre del año pasado, se encontraban los programas de precios impulsados por el gobierno anterior, lo que incrementó su facturación.
Para Scanntech Argentina, que analizó la semana comprendida entre el 10 y el 16 de febrero de 2024: en cadenas regionales, el consumo cayó 34,3% respecto de la semana anterior y 39,7% respecto de la misma semana del año pasado
Ahora, el panorama es oscuro de forma pareja para todos. Menos de 4% de los representantes del sector tiene expectativa de un repunte del consumo mientras que 45% prevé un empeoramiento de las condiciones. El dato surge de la encuesta de expectativas que todos los meses publica el INDEC junto a la evolución de ventas de cada canal de comercialización. En su último informe, consultó por las proyecciones empresarias para el período entre febrero y abril. El escenario resultante es de un pesimismo marcado.
“Los datos que proporcionan las encuestas a supermercados, donde se puede evaluar el deterioro del ánimo del rubro señalan que sigue aumentando las malas condiciones de ventas, llegando a un nivel sin precedentes desde las pandemia (de hecho, un 33% de mala situación comercial es el promedio desde el inicio de la pandemia hasta finales de 2020). Sólo un 4% espera 3 meses mejores, mientras que la expectativa de empeoramiento es igual a la esperada al comienzo de la pandemia”, destacaron desde la consultora Aurum Valores.
Esa proyecciones negativas parecen confirmarse con los últimos datos disponibles, tanto de enero como de este mismo mes. “Los datos de supermercados de las primeras semanas del mes son negativos, dan caída”, confirmó el titular de Scentia, Osvaldo del Río. También para Scanntech Argentina, que analizó la semana comprendida entre el 10 y el 16 de febrero de 2024: en cadenas regionales, el consumo cayó 34,3% respecto de la semana anterior y 39,7% respecto de la misma semana del año pasado. Las unidades por ticket son 21,9% menos que un año atrás y se reducen semana a semana, en este caso 9,3% respecto de la semana anterior.
Esta desaceleración se detendría recién cuando se registre una recuperación de los ingresos en coincidencia con una desaceleración de la inflación. Lo primero está todavía lejos de ocurrir mientras que lo segundo se empieza a constatar.
La consultora EcoGo midió una suba de 2,8% de los alimentos para la cuarta semana de febrero, lo que consolidó un aumento semanal en torno al 3%. “Con este dato, y proyectando aumentos del 3% para la última semana del mes, la inflación de alimentos consumidos dentro del hogar alcanzaría el 14,6% en febrero. Si además se incorporan los incrementos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar, la inflación en alimentos se ubicaría en 14,2%”, anticipó.