El impacto de la sequía, las restricciones a las importaciones, la aceleración de la inflación, la devaluación, y la escasez de reservas conformaron un cóctel explosivo para la actividad económica habría cerrado en 2023 con una contracción de entre 1,2 % y 1,5%, según las estimaciones de los analistas. Datos sectoriales de enero difundidos recientemente confirman la profundización de la estanflación y los analistas aseguran que en el primer trimestre del año se transitará lo peor de la recesión.
La cifra definitiva de la retracción que sufrió la economía en 2023 se conocerá el jueves 22 de febrero, cuando el INDEC difunda el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de diciembre y el cierre del año pasado.
Pero los datos de la actividad de la industria y de la construcción que en diciembre cayeron 12,8% y 12,2% interanual y tuvieron bajas de 5,4% y 8,8% contra noviembre, reflejaron el impacto de la devaluación sobre la economía en el último mes de 2023. Ambos sectores verificaron los descensos más fuertes desde la pandemia de 2020.
Y los economistas vaticinan que en los primeros tres meses de este año la actividad económica se deteriorará aún más y caerá en torno a 5% por lo cual ingresará formalmente en recesión. Creen que, tras tocar un piso entre el primer y el segundo trimestre, la economía empezaría a mostrar una recuperación. La duda es si será en forma de V, es decir con rebote rápido, y para otros será en forma de L, o sea con una repunte a un ritmo tenue.
Actividad económica: ¿cómo cerró 2023?
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, indicó que la medición que realiza la consultora refleja que «la economía tuvo en diciembre una caída fuerte de 4% interanual y algo parecido en la comparación mensual, una baja fuerte producto de la devaluación y las restricciones a las importaciones»
«Las importaciones cayeron en diciembre alrededor de 15% interanual. Se frenó todo, no tenías precios para los insumos. Así estimamos que la economía en 2023 cerró con una contracción de 1,3%, con caídas en el cuarto trimestre de 1,8% contra los tres meses previos y de 1,2% interanual», contó.
A su vez, la consultora FMyA señaló que «luego de una economía que desde las PASO venía debilitada, y en noviembre cayendo cerca del 1% anual, en diciembre ya hay señales masivas de fuerte contracción en la actividad de la industria y la construcción, otros datos de alta frecuencia también bajaron dos dígitos» por lo que «estimamos que el PBI en 2023 caería 1,4%».
Por su parte, Francisco Ritorto, analista de ACM comentó que «estimamos que la actividad económica presentó una caída entre el 1,3% al 1,6% en promedio respecto a 2022.».
En sintonía, los analistas de Delphos Investment proyectan que la economía finalizó el año con una caída cercana a 1,5% y destacaron que «los datos de actividad de diciembre y enero confirman la profundización de la estanflación, de la mano de la caída de los salarios reales y el freno en el gasto público».
La economía está entrando en recesión
Los analistas de Facimex Valores indicaron que «las primeras señales sectoriales de enero también son negativas». Y enumeraron que en el primer mes de 2024 «se verificaron bajas en los patentamientos de autos, el índice Construya, las ventas minoristas, la recaudación tributaria, la producción de autos y los despachos de cemento».
«En este marco, esperamos un flojo desempeño de la actividad en el arranque del año, con la economía ingresando en una recesión técnica en el primer trimestre de 2024», auguraron, Y es que una de las definiciones que se usa frecuentemente para hablar de recesión es cuando se acumulan dos trimestres consecutivos de caída desestacionalizada.
Menescaldi también enfatizó que el retroceso de la actividad «se habría profundizado en enero con bajas pronunciadas en bienes relacionados con el consumo y la inversión» con «caídas entre 9 y 10% interanual en supermercados, ventas de calzado con bajas de 50%, descenso en ventas de insumos de la construcción en torno a 25%, etc».
En este contexto, Menescaldi proyectó una caída de la actividad económica en el primer trimestre del año de 5,6% contra el último trimestre de 2024, y una retraccción de 7,3% en la comparación interanual». Según su visión, «el nivel de actividad encontraría un piso entre enero y febrero» y aseveró que el primer trimestre «claramente va a ser el peor momento de la recesión».
Con un diagnóstico similar, Claudio Caprarulo, director de Analytica comentó que «tenemos una proyección de caída del PBI para el primer trimestre de este año de 5,1%». En Delphos también prevén que durante este año «la mayor caída de la economía ocurriría en el primer trimestre con un descenso interanual que superaría el 5% interanual».
Por su parte, Ritorto sostuvo que «para el primer trimestre de 2024, todavía la magnitud del impacto negativo es desconocida, pero es esperable una caída en un rango amplio entre el 4%-7%, lo que implica un profundo freno de la actividad económica».
«Todavía es algo pronto, pero ya se observan en algunos indicadores que permiten adelantar la actividad, ciertos resultados que alarman sobre el primer trimestre: la caída del salario real, la menor demanda de combustibles y consecuentemente la caída en las ventas de auto, etc», manifestó.
Asimismo, la consultora EconViews evaluó que «Argentina está transitando el peor momento de la recesión» y esgrimió que «esto era esperable dado el necesario reacomodamiento de precios relativos que, si bien está encausado, aún no terminó».
«La frustración de muchas familias con pérdida de poder de compra, de comerciantes e industriales que no venden es más que entendible. Es al mismo tiempo una amenaza política para el gobierno ya que la opinión pública hace menos de 3 meses le dijo a Milei que avance, pero quizás no todos estaban conscientes de la inevitabilidad de un ajuste severo», advirtió.
Actividad económica: cuándo se iniciaría la recuperación
Para EconViews, «en ausencia de escenarios políticos o climáticos muy adversos, deberíamos estar tocando el piso de la actividad en el transcurso del segundo trimestre». Y acotaron: «no debería llegar más allá de junio. La lógica es que si la inflación sigue bajando y dadas las pautas salariales que se empiezan a discutir es posible que una parte de los trabajadores empiecen a recuperar al menos parte de lo perdido en diciembre y enero».
La consultora planteó que «la discusión es qué forma tendrá la reactivación cuando ocurra: si será con formato de V o dibujará una curva con pendiente más tenue». Al respecto, sostuvo que «vemos una mejora de la economía a partir de mayo, primero incipiente y luego más robusta. Esto es condicional a que la inflación vuelva a un dígito, lo que llevaría a que el ingreso disponible se recupere».
La consultora dijo que otro factor importante es que «las cuentas fiscales se ordenen, el gobierno ha sido vehemente en ese sentido, pero el riesgo de ejecución es siempre una variable a tener en cuenta».
A su criterio, si las cosas «salen bien, la confianza de los inversores y consumidores jugará muy a favor, bajará el riesgo país y todo fluirá mejor». Y remarcó que «esta no fue una crisis de crédito, la salida puede ser más rápida, si la pendiente de baja es abrupta en estos meses, posiblemente también lo será la pendiente de recuperación» en alusión a una salida en forma de V.
En cambio, Menescaldi vislumbra que la recuperación de la actividad económica «va a ser en forma de L, es decir que luego de caer no se vuelve rápido al nivel previo, sino que se va recuperando tenuemente»
El economista proyectó que en el segundo trimestre la economía crecería 1,8% frente al primer trimestre por el agro por efecto de la liquidación de la cosecha gruesa que este año crece en cantidades en torno a 50% y el 70% de toda esa suba se da en ese lapso». Menescaldi espera una recuperación en L porque «a diferencia de lo que pasó en la anterior recesión donde tuviste caída del ingreso pero no del empleo, acá seguramente habrá reducción de plantillas, más desempleo, y aumento de la pobreza»
«Además el gobierno está generando esta recesión porque necesitas dólares, porque la única forma de conseguirlos es vía el saldo comercial, pero en 2025 necesitas muchos más dólares, tenes que pagar casi u$s 5.000 millones a los bonistas en enero, entonces no hay dólares para todos, con lo cual si quiere seguir con su plan no va a poder permitir que las importaciones suban mucho», argumentó.
«Lograr estabilizar, unificar el mercado de cambios, y tener acceso al mercado internacional de deuda, sería la única forma en la que evitaría tener que ajustar mucho el consumo y la inversión. Lo veo poco probable este año, por lo que supongo que va a mantener un control muy estricto de las importaciones, para poder seguir consiguiendo el balance comercial, y hacer el ajuste fiscal, que son factores que en general te deprimen la economía, vas a seguir teniendo a la economía sedada», especuló.
Caprarulo concordó con ese diagnóstico: «vemos es que no va a haber una proyección de la actividad en V con fuerte repunte en la segunda mitad del año, sino que por el contrario vemos que la recesión se va a sostener durante todo el año».
«Lo único que va a empujar la demanda van a ser principalmente las exportaciones, mientras el consumo va a estar muy golpeado por la fuerte caída del salario real, de la masa salarial, esto quiere decir que no van a caer solo los salarios sino también los puestos de trabajo y al mismo tiempo la fuerte contracción fiscal que va a llevar adelante el gobierno», recalcó.
Actividad económica: ¿cual será la caída en todo 2024?
Los economistas proyectan una caída del PBI en 2024 de entre 2,6 y 3,5%, aunque advierten que la actividad económica podría registrar un retroceso superior en un escenario en que no sea exitosa la estabilización buscada.
Al respecto, Menescaldi comentó que en Eco Go «proyectamos una caída de la actividad económica en 2024 de 3,5% en el escenario sale bien -se logra encaminar la macro, es dec si mantiene la brecha baja, si baja rápidamente la inflación- y una contracción de 4,5% si sale mal».
«Dependerá si se logra estabilizar la economía, de que la población se banque el ajuste y no tengas problemas sociales , que el gobierno logre que no se le dispare la inflación. Si hay algún problema salarial o social hay que ver cómo se resuelve. La clave va a estar en esta transición que vas a tener a partir de marzo ese mes yo digo que termina de aterrizar la tormenta, sobre todo en la clase media que le va a llegar la cuenta de las tarifas, de los colegios, de la prepaga, y ahí vas a ver cuánto se banca la sociedad, que hasta ahora viene media anestesiada porque tuviste el aguinaldo en diciembre, en enero las vacaciones , pero febrero empezas a mirar cómo llego a fin de mes, que cambios hay que hacer», esgrimió.
Para Ritorto, «no resulta tan claro si la recuperación de la economía será en forma de «V» o «L», dado que dependerá de la evolución del nivel general de precios y como correrá la política cambiaria a partir del segundo trimestre». Y advirtió que «en caso de que se presente la necesidad de volver a tener una corrección cambiaria, se podría postergar aún más la recuperación de la economía, dilatándose hasta lo que sería, probablemente, 2025».
En ese marco, el analista comentó que «esperamos que la caída se encuentre entre el 2,8% y 3,3%, dependiendo de cómo evolucionan los indicadores en esta primera mitad del año».
En EconViews tienen un «escenario base de caída de 2,6%, que está armado con una recuperación fuerte que prepare para un 2025 robusto» pero «si las cosas no se dan conviviremos con una caída superior al 3% este año y arrancaremos el 2025 muy de abajo». Y enfatizaron que «la implementación política y económica, la comunicación, el clima y la suerte serán los condimentos para ver qué plato nos comemos».
En Delphos estimaron que «la actividad económica caería en torno al 3% este año» y pronosticaron que «la extracción de petróleo, el agro y la minería serán sectores que mostrarán expansión en 2024 y compensarán en parte la caída del resto».