A veces, se puede perder la noción del tiempo y perder de vista el panorama general. Es posible que no nos detengamos a pensar realmente en lo que estamos haciendo, dónde queremos estar o cómo vamos a llegar allí.
Vivir en piloto automático se refiere al acto de seguir los movimientos de la vida cotidiana, sin estar comprometido o consciente en el momento. Significa esencialmente que estás haciendo cosas sin pensar activamente en ellas.
Hay muchas señales diferentes de que se puede estar viviendo la vida en piloto automático. Si bien no todos experimentarán todos los signos, las cosas a tener en cuenta, según la coach de vida británica Lucy Seifert, pueden incluir:
- Tener poca memoria de cómo se llegó a la situación donde se está. Por ejemplo, no ser consciente durante el viaje diario, desconectarse durante la compra semanal o incluso con respecto a los eventos más importantes de la vida.
- Sentirse entumecido, distraído o distante de los sentimientos en el momento o en la vida en general. Es posible que se sienta que no se está progresando en la vida en general, o con las cosas que se está tratando de lograr en este momento.
- Experimentar dificultad para detenerse y saborear el momento.
- Despertar sin entusiasmo, ya que se sabe qué esperar y no hay nada emocionante o inspirador.
- La rutina diaria es obsoleta, predecible y requiere poca (o ninguna) reflexión para completarla.
- Hay problemas para dejar el teléfono. Esto podría significar desplazarse erráticamente, cerrar y volver a abrir aplicaciones o correos electrónicos, o simplemente perder tiempo en redes.
- Dificultad para recordar las pequeñas cosas.
Oksana Leitane, consejera y psicoterapeuta británica, explica que “la mayoría de las personas vive la mayor parte de sus vidas en piloto automático. La gente está configurada por alguien, en algún momento, de alguna manera. Conduce en alguna dirección. Generalmente, las personas sienten si se están moviendo hacia algo bueno o malo, pero a menudo hay una falta de percepción precisa de sus objetivos y camino de vida”.
“El viaje del autodescubrimiento es intrincado, y comprender nuestros deseos implica navegar por las incertidumbres de la vida. Aceptar las responsabilidades y las incertidumbres puede conducir a una autocomprensión más auténtica”.
Sentirse desconectado de la vida puede ser una señal de que se está luchando por encontrar y concentrarse en lo que realmente se quiere, pero también puede ser una señal de algo más. Cuando nos sentimos ocupados, abrumados, estresados o ansiosos, cambiar al piloto automático puede ser una forma de sobrellevarlo.
Entre la certeza y la incertidumbre
El coach de rendimiento y vida Laurence Knott explica que, en nuestra necesidad de certeza, a veces, podemos olvidarnos de centrarnos en el crecimiento personal.
“Muchas personas han estado viviendo la vida en ‘piloto automático’: el mismo trabajo, las mismas rutinas, lo mismo de siempre. Y para muchos, ese es un lugar extremadamente cómodo para estar. ¿Por qué agitar el barco? Nos acostumbramos a la previsibilidad, a la certeza. Pero eso puede limitar nuestro potencial. Si hemos estado pasando por nuestras vidas evitando el riesgo, no persiguiendo lo que realmente queremos, tal vez siempre poniendo a otras personas antes que a nosotros, tal vez hemos estado viviendo una vida de evasión. El miedo a la incertidumbre a menudo se manifiesta como una vida basada en la previsibilidad y la rutina. Puede requerir coraje. Cuando estamos dispuestos a enfrentar nuestros miedos más profundos, abrimos un mundo de posibilidades”.