Javier Milei le destrabó a Alfredo Cornejo dos cargos en la petrolera YPF a sólo horas de la votación de la ley ómnibus en Diputados.
En la última reunión de directorio de YPF, fueron designadas directoras titular y suplente la ministra de Ambiente de Mendoza, Jimena Latorre, y la diputada radical Pamela Verasay, respectivamente. La ceremonia fue el 26 de enero pasado, cinco días antes que arrancara el tratamiento de la ley ómnibus en recinto, y alimenta suspicacias sobre la postura de un sector de la UCR en la Cámara Baja.
Ambas dirigentas se mueven bajo la referencia de Cornejo, el radical más cercano a Mauricio Macri, que está enfrentado internamente al sector de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti y tiene una alianza con Maxi Abad por medio de Ernesto Sanz. El mendocino es uno de los mandatarios provinciales que mostró su buena predisposición con la Casa Rosada apenas asumió Milei.
Sin embargo, el dato podría impactar de lleno en la discusión interna del radicalismo en el Congreso, protagonizada por el titular de la bancada, Rodrigo De Loredo, y el neurocirujano Facundo Manes. El cordobés fatiga incansablemente la distancia entre su despacho y el de Martín Menem para colaborar, junto con otros jefes de bloque parlamentarios, en la confección de un expediente tan ambicioso como manoseado, mientras que Manes votó el rechazo al proyecto en general el último viernes.
Un diputado de la UCR que se enteró de las designaciones en YPF por este medio descontó que la divulgación armaría «desparramo».
Su consideración coincide con la de un legislador que admite que sería difícil que la oposición aborte el capítulo de las facultades delegadas pero que, para el caso de las privatizaciones, «la pelota podría pegar en el palo y hay que ver para qué lado va».
Aunque el gobierno de Mendoza consignó que la ministra Latorre prescindirá de su salario como funcionaria cuyana y se mantendrá solo con los honorarios de la petrolera de bandera, fuentes de la empresa estimaron que un director clase D percibe un ingreso que puede llegar a 4 millones de pesos mensuales. Verasay, una legisladora muy activa en las negociaciones de la ley ómnibus, figura no obstante como relevo de la ministra.
En los pasillos del Congreso la noticia se masticaba con cierta rabia. «A mí que no me digan, porque todos los que defendían a rajatabla el voto a favor de la ley para darle gobernabilidad algo deben haber recibido», se indignaban en un despacho, y agregaban: «lo peor es que nos vamos a enterar por Twitter, cuando los entregue Milei acusándolos de valijeros».
