En todos los deportes, la hidratación es una pieza fundamental que va ligada directamente con el rendimiento deportivo, pero durante el verano y en las jornadas con altas temperaturas se vuelve mucho más importante.
El hidratarse de manera constante, la cantidad de líquido a beber, o el uso de bebidas isotónicas son aspectos fundamentales para cada runner y que no se deben descuidar. Es más, vale remarcar que no se debe esperar a “tener sed” en medio del entrenamiento para saber que se tiene que ingerir agua.
Dolores de cabeza, posibles calambres o fatigas musculares son algunos de los síntomas que nos alertan sobre una posible deshidratación, dejando en claro que no nos estamos hidratando de manera correcta.
Consejos y recomendaciones para tener en cuenta
En TN Running te brindamos diferentes consejos a los que se le deben prestar atención durante toda la jornada:
- Hidratación constante. Más allá de un determinado momento previo o posterior al entrenamiento, la persona debe tener en cuenta hidratarse durante todo el día.
- 2 litros de agua por persona. La cantidad de líquido promedio que se necesita por día es de 2 litros, pero es una referencia, dado que existen variantes a considerar, como el tamaño del cuerpo de cada individuo, la sudoración que se posee o las condiciones climáticas de la jornada. Otra variable a tener en cuenta es la cantidad de tiempo durante el que se prolongará la rutina.
- Mejor distribución del agua. Repartir los momentos de hidratación a lo largo del día es lo aconsejable por sobre el beber medio litro, por decir, de golpe.
- Bebidas isotónicas. Aportan salen minerales y azúcares o carbohidratos, por lo que están formuladas de una manera que permiten una mejor recuperación. Este tipo de bebidas son ideales cuando hacemos ejercicios de más de una hora de duración.
- Antes del entrenamiento. Tomando como referencia entre una y dos horas previas a la rutina de ejercicios, se recomienda tomarse de uno a tres vasos de agua, para estar hidratados antes de correr.
- Efectos de la deshidratación. Cuando un runner sufre el principio de deshidratación, el cuerpo comienza a sentir cansancio, debilidad, fatiga mental y física, hormigueo en las piernas, calambres musculares, náuseas o vómitos, entre otros síntomas.
- Durante el entrenamiento. Pasada la media hora de estar corriendo, es recomendable tomar agua.