Javier Milei le vació por completo la Secretaría de Comunicación y Prensa a su amigo Eduardo Serenellini, envuelto desde la semana pasada en fuertes rumores de renuncia. El presidente traspasó la mayoría de sus funciones a la órbita de su hermana Karina, al mismo tiempo que le dio la llave a Nicolás Posse para intervenir los medios públicos, en un paso previo para la privatización.
Como reveló LPO, en el Gobierno la semana pasada daban por caído a Serenellini, que está enfrentado con Santiago Caputo y Manuel Adorni, El Marista, y que además es mirado de reojo por los ministros por su agenda política que lo llevó a reunirse con representantes de diversos y variados sectores.
Pero el secretario se atrincheró en su cargo e intentó resistir, una misión compleja luego de que Milei le bloqueara la designación de su mano derecha, Alejandro Perandones. Serenellini intentó mostrarse activo esta semana y visitó por primera vez en un mes la sala de periodistas, algo que había generado sorpresa.
La foto de este jueves de Karina Milei con Adorni en el Congreso fue el anticipo del golpe de gracia contra Serenellini, que horas después leyó en el Boletín Oficial como le desguazaron su Secretaría y lo dejaron prácticamente sin funciones, una invitación a que vuelva a los medios. En un intento desesperado por mostrarse fuerte, Serenellini tuiteó esta mañana una foto junto a Milei en Olivos.
Lo real es que Milei determinó que Serenellini ya no tendrá bajo su órbita la subsecretaría de Vocería, a cargo de Adorni, y la subsecretaría de Comunicación. Ambas pasan al ámbito de la Secretaría General, donde esta semana Karina también reclutó a Santiago Caputo.
Como reveló LPO, el líder del Grupo Marlboro chocaba con Serenellini por el manejo de la pauta, por lo que no sorprende que una de las varias funciones que le sacaron a la Secretaría de Comunicación y Prensa es justamente «la planificación, contratación y ejecución de la publicidad oficial de gestión centralizada» y «la coordinación y ejecución de la publicidad oficial de gestión descentralizada».
Por otro lado, Milei avanzó en entregarle a Nicolás Posse la llave para privatizar las medios públicos, una idea que desvela al jefe de gabinete.
El Presidente le otorgó la facultad de «administrar y controlar los medios», «entender en el lineamiento de las políticas referentes a Medios Públicos» y de «intervenir en la definición de la estrategia de comunicación y de contenidos».
De esta forma se queda con la facultad de intervenir la TV Pública, Radio Nacional, Télam y Contenidos Públicos Sociedad del Estado, paso previo a la privatización que podría concretarse cuando se apruebe la ley ómnibus.
En el gobierno todavía no tienen definido quién será el interventor de los medios públicos, después de que semanas atrás Juan Cruz Ávila fracasara en su intención de poner en ese rol al vocero de La Rural, Juan Pablo Maglier, como reveló LPO.