Los libertarios que debutaron este miércoles en la primera sesión de la era Milei tuvieron un curso intensivo el martes por la noche para enterarse de cómo funciona el parlamento.
Luego de la reunión de labor parlamentaria, los diputados de La Libertad Avanza tuvieron un encuentro interno para evacuar las dudas. Algunos debutantes sorprendieron a sus pares con mayor experiencia con preguntas características de un aula. «¿Se puede ir al baño durante la sesión?», fue una de las dudas de los legisladores noveles.
Los diputados preguntaron si se podían levantar de las bancas cuando está hablando otro colega, ya que vieron videos de sesiones anteriores en las que el recinto parece vacío durante la exposición de alguno de los miembros de la Cámara baja.
«¿Cómo vamos a hacer si no leemos?», preguntó angustiada una diputada cuando le remarcaron que está prohibido leer, una regla que suelen infringir incluso los legisladores más antiguos.
No todo fue zozobra: los debutantes festejaron cuando les aclararon que estaban autorizados a dormir siestitas de 20 minutos en los despachos para aguantar la sesión maratónica que se espera por la ley ómnibus.
La reunión de labor parlamentaria previa al curso intensivo se demoró por las discusiones en torno al catering. Uno de los diputados propuso llevar tuppers con viandas para enviar un mensaje de austeridad en medio del debate de una ley de esta magnitud.
Los libertarios preguntaron si habría canilla libre de pizzetas y empanadas. El menú no fue del agrado de los diputados del PRO, que recordaron que cuando Emilio Monzó presidía la Cámara había pesca del día.