El joven Leonardo Sosa, uno de los militantes de la agrupación Revolución Federal investigado junto a Jonathan Morel por el atentado a Cristina Kirchner, atacó por redes este miércoles a la diputada Marcela Pagano. Desde los palcos del recinto, tomó una fotografía de la legisladora y ex conductora televisiva para postearla en redes con un mensaje sugestivo: «Apareció Marcela Pagano. Viva la libertad, carajo?», tipeó.
La presencia de Sosa fue detectada por asesores del bloque Unión por la Patria (UxP), luego que el activista también fotografiara desde las gradas al diputado Máximo Kirchner y tuiteara esa imagen con la frase «el mamarracho que faltaba».
Sin embargo, el piedra libre de Sosa impactó de lleno en el bloque de La Libertad Avanza (LLA). Una de las fuentes consultadas le dijo a LPO que este martes se realizó una reunión de asesores de la bancada, antes de la comisión de Labor Parlamentaria, y se dio vía libre para invitar por cada despacho a un grupo de personas, acaso para colmar las butacas de los palcos con barras o simpatizantes del gobierno.
Según se especula en LLA, la invitación a Sosa y Dalila Monti, pareja de Morel cuando declaró en su defensa en sede judicial, habría corrido por cuenta de la legisladora Lilia Lemoine.
Este medio consultó a la diputada sobre esta versión pero, al cierre de este artículo, no había obtenido respuesta alguna.
El ruido que provocó al interior del bloque agudizó, además, un conflicto que se tramitó desde la designación de autoridades y conformación de las comisiones, y se fue agudizando con las rutinas parlamentarias. La diputada Pagano viene manifestando su disconformidad con la conducción del bloque pero habría mantenido el silencio hasta ahora para no dañar a la fuerza política durante el tratamiento de la ley ómnibus.
En las últimas horas, de hecho, circuló con fuerza el rumor de que la periodista especializada en Economía abandonaría la bancada de LLA y conformaría su propio monobloque. Aunque se dice que Pagano no quiere dar el portazo sin antes conversar con el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, o el propio Javier Milei, esa cadena de interlocución excluye a Oscar Zago, jefe del bloque.
Esa postura irrita a quienes rodean al titular de la bancada, un grupo de cuadros políticos que acreditan experiencia en otros partidos políticos y desplazan de los lugares de decisión a los libertarios que se autoperciben «puros». Desde el sector que sigue a Zago, no obstante, desconfían de Pagano por su referencia previa, cosechada por su labor periodística en televisión.
Los recelos desatan situaciones desopilantes, como las miradas y comentarios despectivos que le dedicaron a Pagano los diputados que la vieron saludar a su par kirchnerista Leopoldo Moreau. La madurez también se trabaja.
Más allá de la interna, la aparición de los activistas de Revolución Federal puso en alerta a una parte de la bancada, sobre todo porque el modus operandi y las descalificaciones contra Pagano se asemejarían a las agresiones que propinaría otro miembro del bloque a la misma diputada por esta refriega interna. El incidente de este miércoles podría precipitar la ruptura libertaria, justo en el debut parlamentario del gobierno, pero la peor noticia para Zago sería que la salida de Pagano podría tener efecto arrastre.
